Capítulo único.

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Los pétalos no paraban de salir de la boca del joven, sofocandolo poco a poco. Sabía que no faltaba mucho para que dejara de respirar en cualquier momento debido al poco aire que apenas podía sentir entrar a su cuerpo.

Finalmente no pudo contener más y cayó tendido al suelo, rodeado de aquél desastre floral que él mismo había causado inevitablemente. Aparte de ese aroma a primavera también podía oler algo de sangre que obviamente debía ser suya.

Sí, definitivamente iba a morir. ¿Y qué? Al menos sus sentimientos iban a ser enterrados con él, quizás luego terminarían volviéndose un bello jardín, donde cada una de las flores representaría de alguna forma lo mucho que amaba a ese chico.

No se arrepentía en absoluto de su decisión de no tomar esa cirugía, de todas formas sabía que estaba condenado ese instante en el que dejó de negar lo que realmente sentía.

Finalmente, cuando comenzaba a cerrar sus párpados lentamente, escuchó una voz gritar su nombre desesperadamente.

Y pensar que todo había iniciado en ese café.

[...]

-Chicos, este es mi hermano Keith, del cuál ya les había hablado antes.-anunciaba el peliblanco en lo que presentaba al mencionado ante las cinco personas que estaban sentadas en la mesa.-Keith, estos son Pidge, Hunk, Matt...-los señalaba conforme decía sus nombres.-Allura y Lance.-finalizó para luego oír como todos decían el gusto que tenían de conocerlos, a excepción de cierto moreno que no paraba de poner sus ojos sobre él.

-De hecho Shiro, no vas a creer esto pero ya nos habíamos visto antes.-comentó ese último en lo que mostraba una sonrisa de lado.

-¿Ah sí?-preguntó con asombro el mayor al mismo tiempo que el azabache que estaba apenas integrandose al grupo para sorpresa de los demás.

-¡¿Qué no te acuerdas de mí?!-expresó lo ofendido que se encontraba ante la mención de aquella pregunta.

-Ehm, la verdad no.

-¿Hola? Hace una semana por error tropezaste y botaste tu café sobre mí en "Balmerabucks".-contó, haciendo que al otro se le refrescara la memoria de inmediato.

-Ah, cierto.-recordó al instante.-Pero si me disculpé y hasta te invité otro vaso. ¿Sigues molesto por eso?

-¿Qué? No, no, no.-aclaró rápidamente.

-¿Entonces por qué estás molesto conmigo?-Ya se estaba confundiendo.

-Es que...Mejor olvídalo.-decía en lo que le daba palmadas al asiento vacío a su lado, indicando que podía sentarse ahí.-Mejor solo siéntate y unetenos, Keith.

-Pues, de acuerdo.-dicho eso se puso en ese sitio, seguido de Shiro, quién se sentó al lado de Matt.

Entonces luego de ordenar su comida todos comenzaron a charlar como de costumbre hacían, desenvolviendo carcajadas, gustos en común y uno que otro chisme de la universidad. Al invitado al principio le incomodaba, pues todos a excepción de su hermano eran unos completos desconocidos para él y sinceramente no tenía ni idea de lo que hablaban, aparte el hecho de que era más bien del tipo "lobo solitario" no ayudaba mucho. Pero poco a poco fueron metiendolo a la conversación, empezando por preguntarle cosas sobre él, así que les habló de algunos pasatiempos que tenía como andar en motocicleta o pasear con su perro llamado Cosmo, llamando la atención de algunos, sobretodo de Lance al escuchar acerca de su canino.

-Cuando era niño solía ir a la granja de unos tíos muy a menudo, recuerdo que hasta mis hermanos y yo queríamos llevarnos uno de los animales pero nuestros padres no nos dejaron.-bufó el castaño.-Al menos ahora que estoy estudiando veterinaria podré convivir con todos los que quiera.

Sangre perfumada. (One-shot||Klance)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora