Otra vez escribiéndote las mismas cosas,
un año después mi revolución sigue,
y es que tu indiferencia es tan dolorosa,
mientras me pudro entre relojes.
Tan jerárquica para nunca darme una señal,
tan mortal e inusual, tan demoníaca-mente única,
siempre sola, alejada de los iguales,
lúcida, mística,
y yo con mis ganas de hacerte obra, pero no me ves.
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Tan interminable que asusta
PoetryUn par de vulgaridades para una chica que suelo ver