El entendimiento es una llave poderosa. Te puede otorgar la conquista más grande, pero también, abrir la puerta a situaciones peligrosas.

"... Lo descubrí del peor modo, cuando ya me había adentrado en aquel mundo, lleno de escepticismo y vagas promesas de un futuro incierto.

Trabajábamos en un proyecto para lograr la cura de dos enfermedades de tiempos pasados pero que habían logrado acabar con dos tercios del mundo. Éramos Lorna, Gustav y yo, tres cabezas con muchas ideas, pero sin certeza de que rumbo tomar cuando las grandes decisiones nos hacían frente.

Una tarde simplemente, estábamos trabajando y un auto negro se aproximó por el camino. Cuatro individuos de traje negro, dos de ellos llevaban lentes oscuros. Solo uno se presentó y pidió ver a Gustav y le indiqué donde debía ir porque realmente era un lugar de muchos pasillos... y lo siguiente que supe era que me encontraba en el hospital con un golpe fuerte y Gustav...- se contuvo un segundo- Saben dónde está Lorna?"

Cris la observaba detenidamente desde el otro lado del vidrio de la sala de interrogatorios. Había tenido una semana difícil, pero este caso se presentaba como la gran oportunidad para mejorar las cosas, en el trabajo y por supuesto, en su vida. Porque escalar en el Departamento de Policía nunca fue sencillo. Entre concejales que solo se preocupan por quitarse de encima las altas escalas de homicidios y jefes gordos y viejos que no ven la hora de que les lleguen las donas al escritorio, todo era un dilema constante de papeleos y agentes dispersos sin mucho que hacer.

Camille salió de la sala con una mirada confusa

- Cinco muertos, una mujer desaparecida y al parecer tendremos al Departamento de Sanidad encima. ¿Qué opinas? - Cris se apeó de la silla

- ¿No es algo para el FBI o el mismísimo presidente? - Ambas se rieron. Se conocían desde la academia y a estas alturas, casi podían leerse la mente.

Lorna llegó a su casa a duras penas, tomó todo lo que pudo incluyendo documentos y condujo por la interestatal hasta la vieja cabaña de caza de su tío, ya no podía sentirse segura. ¿Quién carajos eran esos tipos? Sabía que trabajaban en algo serio, pero no hasta el punto de que pudiese costarte la vida. Quiso llamar a Sophie, su colega, pero no obtuvo respuesta. Llamó a sus padres para decirle que se tomaría unos días libres y procuró dejarle el perro al vecino, que más podía hacer, habían intentado asesinarla, pero lo lograron con el pobre Gustav.

El Departamento de Sanidad se presentó en el laboratorio al día siguiente. Cris ya estaba ahí, el FBI estaba ahí, todos con ansias de inmiscuirse un poco más en el asunto. El lugar era un desorden, pero los forenses intentaban mantener todo lo más pulcro posible. A pesar de ser un homicidio múltiple, lo que preocupaba más realmente era la investigación en sí misma, así que se adentró un poco más en los pasillos, verificando al pasar cada archivador para detectar algún faltante. Pero nada, absolutamente nada extraño, salvo el desorden en la misma escena del homicidio.

Camille llegó más tarde con dos lattes para acompañar la tediosa mañana.

- Todo parece absolutamente normal. Un homicidio, disparos a quemarropa, hasta me hace dudar realmente del verdadero motivo del crimen - dijo Cris

- Es posible que solo se tratase de eso, aunque realmente si fuera yo, preferiría robar unas donas de la cafetería antes que unos cuantos papeles - Ambas sonrieron y vieron que un forense se acercaba rápidamente.

- Hemos encontrado algo Detectives -

Hallaron un pequeño papel debajo de uno de los escritorios. Era la tarjeta de un detective privado que les era familiar ya que todos ellos eran ex policías o simplemente, les gustaba pasarse por la central de vez en cuando.

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⏰ Última actualización: Nov 07, 2018 ⏰

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