Hubo una vez

Capítulo 1 Hubieron quienes no debían de encontrarse. Jamás.

Disclaimer:

- Nada de el universo de Code Geass no me pertenece. Tristemente.

- Esto es un AU.

- Está mal escrito, pero tiene amor, mucho amor.

Capítulo 1: Hubieron quienes no debían de encontrarse. Jamás.

["...Desde el ascenso del imperio a lo que es ahora, muchas cosas han cambiado y es de esperarse, ya que todo basta fortaleza, necesita evolucionar para procurarse un futuro lleno de esplendor. Y para eso no puede aferrarse a preceptos de una edad perdida, si no, que abrazar nuevas visiones y encantos, que el pasar de los años le otorgaba.

Basados en esta idea, hace ya más de un siglo Britannia, ha hecho evolucionar su sistema de castas, para lograr otorgar a sus ciudadanos, a aquellos que habían nacido puros, con sangre Britannian verdadera corriendo por sus venas, la oportunidad de ser parte del tan anhelado selecto grupo de personas que se encuentran en la cima del imperio.

Ya no era totalmente necesario haber nacido noble para ser de la nobleza, ahora todo aquel que mostrara que tanta dignidad y gloria podía entregarle al imperio, podía ser capaz de integrar a este selecto grupo. Y hablamos de selecto grupo, porque a pesar de las circunstancias aún eran muy pocos los verdaderos afortunados en llegar a esta posición.

Para llegar a dicho cometido se establecieron ciertos parámetros e imposiciones, de esta manera nació la llamada 'Ley de ascenso glorioso'. Una Ley que indicaba el cómo llegar a la cima sin pertenecer a ella, todo fielmente basado en el primer y más irrefutable mandato que había situado al Imperio en lo más alto 'Los fuertes sobreviven', porque, no se debe olvidar por ningún motivo que esto es en pos de la evolución del más fuerte y jamás un camino de ayuda al débil. Teniendo siempre esto en cuenta, se establecieron dos caminos a seguir. Caminos infranqueables y empinados, con un sólo propósito. La gloria..."]

El camino del Imperio.

Primera parte, extracto.

Libro de instrucción y guía.

Britannia, edición xx Año 20xx

Pendragón, Capital de Britannia

1 de Septiembre de 2027.

"¿Por qué siempre nos enseñan que lo fácil y malvado es hacer lo que queremos y que debemos disciplinarnos para reprimirnos a nosotros mismos? Es la cosa más difícil del mundo: Hacer lo que queremos. Y necesita del más elevado tipo de coraje. Quiero decir, lo que realmente queremos."

Ayn Rand. El Manantial

El sol del verano le golpeaba la cara de manera casi diabólica, había un poco de maldad en ese rayo de sol, pero había sido su culpa por dejar las cortinas corridas, todo porque el día anterior había llegado demasiado cansado para preocuparse de esas cosas, pero como dicen: 'No se debe dejar para mañana lo que se puede hacer hoy'. Esta era una de esas cosas. Seguramente quien dijo eso, también tenía problemas con el sol por las mañanas y con cortinas sin cerrar.

Se revolvió entre las mantas, sin ganas de abandonar el sueño que lo abrazaba con un deseo férreo de dejarlo tumbado sobre la cama, las sábanas se le pegaban al cuerpo y el techo mostraba la pintura descascarada casi como un hermoso cuadro que no podía dejar de mirarse. Eso y que todo confabulaba para que no se levantara. Y ¡Vaya! que si se lo pedían con un poco más de ahínco se lo iba a pensar seriamente y no iría a ninguna parte y si a eso le agregamos el ahogado sentimiento de que éste día iba a ser un desastre, la idea de llamar y decir que se encontraba enfermo, sonaba seductora y tentadora en su cabeza. Como una de esas chicas de los anuncios de cerveza que sonríen y te invitan a pasarla bien.