tesoros del corazón

Que se pudran

Tu piel acariciaba la mía...
Los susurros alabando a Dios, a pesar de que estábamos haciendo algo prohibido.
Sonrisa traviesa, gemidos ruidosos y piel con piel.
Lunar en el centro de tu espalda y la mía uñas marcadas.
Porque alabamos a Dios, si estamos comiendo la fruta prohibida.
Ala mierda el incierto..
Yo te amo y tú me amas..
Acaso no fué el señor todo poderoso quién dijo "amarás al prójimo"
Pues yo te amo.
Porque que sufrir, si en mis oídos se escucha tú gemir..
Sabores nuevo en mi paladar. Lenguas traviesas con un ritmo magistral.
¿Acaso Mahoma no fue él que partió hacia la montaña?
¿por qué no puedo hacerlo yo también?
Púdranse las lenguas malignas, si lo que en verdad cuenta son las nuestras.
¿ Acaso no fue el mismísimo Ángel de Dios quién también lo traicionó?
Si Gabriel que era su hijo no le tembló el pulso para engañar ¿quien somos nosotros para no acabar?
Se supone que nos debemos cuidar...
Pero alguien con tu sonrisa puede llegar..
¿por qué no ser feliz, con algo así?
De lo malo, nace lo bueno..
Entonces ¿por qué no intentar?
Acaso no fué Jesús en la cruz, quién perdonó la injusticia que le causaron los desalmados.
Si "Dios lo perdona todo" , ¿por qué temer de ir al infierno?
Pues yo te amo, ante el ser humano y el cielo repleto de ángeles traidores.
Pues que se pudra los demás..
Porque aquí en este lugar nosotros acabamos ya..