El mundo es una cuna en llamas
que mata los sentimientos de los niños que duermen,
mientras el universo les canta nanas devastadoras
y echa gasolina en las sábanas.
Y la nodriza acecha en la soledad,
el canto mortal acaricia los oídos,
la muerte le susurra lucidez a dios,
pues esconde navajas bajo los cojines y los miedos asiduos.
Mueren las mariposas de los dibujos
de la mente del niño en sus sueños
donde sus padres dicen quererse
mientras se arañan las entrañas entre ellos.
Sacian su sed con saliva
y se olvidan del dependiente infante,
mientras sus manos se pasean entre carne caducada
las paredes y el techo se caen...
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Caricias a un arte noctámbulo
PoetryRecopilación de poemas, sin una temática en concreto, escritos por mí desde mi adolescencia hasta el día de hoy.