||El código|| Future TomTord|| E D I T A N D O ||

El código 1

  Era una fría noche, Tord seguía trabajando en su oficina mientras yo estaba vigilando la puerta como el buen guardia que soy... vamos al grano. Ese maldito que esta allí dentro, ese maldito al que debo de llamar pareja es Tord Larsson, el es el jefe de la Armada roja una de las armadas comunistas mas temidas. Llegue a este lugar hace unos tres años, aquí dentro hay un arma bastante poderosa la cual necesitamos para acabar con su reinado del terror. Los chicos y yo hicimos un plan maestro, el plan comenzaba conmigo "rendido" ante el, pidiéndole un trabajo como militar, el tendría que aceptar y así comenzaría todo... pero algo salio mal, el se enamoro de mi, cuando se me declaro no pude decirle que no, muy posiblemente habría arruinado el plan, los chicos creyeron que me fui a su bando pero tengo una mejor idea.

 Ya son las nueve y media, a esta hora llega uno de los guardias para traerle un café al jefe, esta vez vino Yuu. El rubio me dio la taza para que se la entregara al tuerto, a estado muy irritable estos días, luego de eso se fue, espere a que cerrara la puerta y... ¡ya!  De mi bolsillo saque una pequeña bolsa llena de un polvo que lo volvería loco, se lo eché al café, lo revolví con la cucharita que tenía dentro la pequeña taza de porcelana y me di la vuelta para después tocar la puerta, al instante escuche la voz del nórdico indicándome que pasase, abrí la puerta y entre. Allí esta el, sonriendo ladino mientras fuma uno de sus puros mas caros.

- Hola Tom-dijo mirándome penetrante con esos ojos color gris que portaba- ¿que se te ofrece, querido?-dijo colocando su codo en el escritorio mientras apoyaba su cabeza en su mano-

- Te traje el café nocturno, cariño- Le respodí devolviendo su gesto tiernamente mientras me acercaba a él- y no solo te traje eso, también te traje un regalito- metí mi mano en mi bolsillo y tomé una barra de chocolate para luego sacarla de allí y enseñársela-

- ¿U-un chocolate?-dijo acomodándose en la silla colocando su mano izquierda en su nuca mientras miraba hacia una pared-

 Yo era consciente de que a el no le gustaban los dulces y mucho menos los chocolates, ¿que porque no le gustaban tales manjares? hay dos razones, la primera es que él aunque no lo crean es un poco inseguro con su cuerpo, le gusta verse presentable y siempre en buena forma, el dice que los caramelos lo engordarían y que no quería verse como el dictador de corea del norte, la segunda es que el es muy sensible a lo dulce y lo frió, después de esa batalla de hace tres años con su robot gigante tuvo un gran accidente, ahora tiene la mitad del cuerpo lleno de cicatrices y le falta un ojo, el dice que las cosas dulces y las cosas frías le causan un gran dolor en sus dientes.

- P-pues si... ¿no te gusta mi regalo cariño?- le dije con un falso titubeo-

- ¡N-no es eso! e-es que ya sabes que... los dulces no son de mi agrado- nervioso se levanto rápidamente de su silla completamente sonrojado-

- Pero solo es cuando lo comes en grandes cantidades amor-dije haciéndole un pequeño puchero-

- P-pero... uff, esta bien cariño, lo comeré-dijo suspirando pesadamente mientras se acercaba a mi y tomaba el chocolate-

- ¡Bueno!-dije subiendo mi animo- ahora toma el café, no se te vaya a enfriar- canturree de una manera un poco vulgar mientras veía que se sentaba de nuevo en su escritorio-

- E-esta bien cariño- se quito el puro de la boca y lo apago, luego mordió el chocolate con un poco de disgusto para luego tomar un poco del café- ¡gah! ¡¿q-que demonios es esto?!-dijo colocando su mano en sus labios mientras se creaba un leve sonrojo en sus mejillas-

- ¿N-no te gusta el café?-dije con falsa tristeza en mi voz- si quieres lo retiro cariño.

- ¡N-no te preocupes! ¡claro que me gusta! s-solo es que... ¡no estoy acostumbrado a este sabor!- dijo mas nervioso de lo que estaba antes, el se comporta como un idiota enamorado cuando se trata de mi, si los chicos lo vieran reirían sin control-

- Entonces... bébelo Tord, quiero que lo bebas todo- dije acercándome a su rostro hasta tocar nuestras narices, eso hizo que se sonrojara mucho mas- y no olvides el chocolate cariño-le sonreí-

- E-esta bien Tom...- me separé de él notando un gran rubor en su rostro-

 Tord comió primero el chocolate y luego empezó a beberse el café. Al acabar su respiración era agitada, traía un gran rubor en todo su rostro, sudaba y estaba inquieto, no solo eso... tenía un gran bulto entre sus piernas. Jadeaba y gemía por simples roces... es mi momento, esta totalmente a mi merced, en sus ojos se podía ver que estaba muy excitado, el café, el chocolate y los afrodisíacos todos juntos hicieron un gran trabajo con él, es hora de comenzar con la segunda fase de mi plan.