Cap.1- Sin ti.

31 0 0
                                    

4 de octubre. Suena mi alarma para ir a clase. Solo cinco minutitos más.

Me levanto muerta de sueño, ayer me acosté tarde estudiando con Sandy por Skype y dios mío, en qué hora hicimos eso. Seguro que ella está igual.

Me voy al baño, me lavo la cara y me bajo a desayunar. Una magdalena y un vaso de leche es suficiente para saciarme el apetito, pero no para despertarme.

Subo a mi cuarto, abro el armario, y me pongo un chándal. Me hago una coleta, cojo la mochila, las llaves, dinero y el bono. Salgo de casa camino a la de Sandy, y así como cada día desde el 15 de septiembre.

Después de esperarla 10 minutazos, baja también con un chándal, muy raro en ella pero eso quiere decir que hoy ni quiere ni existir.

-¿Quién fue la graciosa que dijo de estudiar por Skype tía? Joder qué puto sueño.-se queja Sandy de buena mañana.

-Mm, fuiste tú.-le digo.

-Joder tía, ¿cuántas veces te he dicho que no me hagas ni puto caso cuando te lo propongo?-le reprocha.

-Jajajaja bueno, que ahora encima la culpa es mía.

Cogemos el bus y nos vamos directas a clase. 

Genial, matemáticas para joderme más la vida a primera hora.

-¿Os habéis ido de after o qué?-nos dice Luisito, nuestro nuevo amigo.

Es un chaval súper majo, pelo rubio cortito, delgado y ojos verdes. Le gusta muchísimo dibujar, está todo el día igual pero el talento que tiene no es ni medio normal. No sé qué hace aquí y no ha hecho sus estudios basados en arte. Según él, sus padres aspiran a que llegue a ser abogado.

-Esta, es todo por su culpa.-dice Sandy refiríendose a mí.

-¿Perdona?-le digo y me siento al lado de Luisito.

-Chicas joder callaros que ya va a empzar la clase y me quiero enterar de todo a primera hora de la mañana joder.-dice Luisito irónicamente.

Sandy le da un toque en la cabeza y nos reímos. Nos sentamos y viene el Sr. Fernando, un hombre mayor que no soporta ni el sonido de una mosca.

Asegunda tenemos lengua y a tercera Tecnologías de la información, lo conocido como "TIC".

El famoso recreo se hace de rogar, pero llega. Al final llega.

Nos salimos fuera del instituto y nos cogemos un bocata cada uno. Hoy toca de bacon y queso, pero mañana es viernes y tocará el de tortilla de patatas. Es lo único por lo que vengo a clase más animada, sola y únicamente por ese bocadillito que me reclama cada viernes.

Nuestro nuevo grupo de amigos somos Luisito, Ana, Brandon, Susi, Sandy y yo.

Ana y Susi son como Sandy  y yo. Se conocen desde siempre pero cada una va más a su bola.

Ana es una morenaza muy echada para alante, con su constitución ancha y con dos pares de ovarios. Susi es la cabeza pensante del grupo, la más lista pero a la vez la más pasota de todo, por eso no estudia y siempre sale. El recorrido que tiene esta chica no lo tiene nadie. Es pelirroja y muy de barrio. Cada día nos sorprende con sus conjuntos nuevos, lo mismo te combina un pantalón del pijama con una semana y unos calcetines que te llegan por las rodillas, pero no sé cómo lo hace que le acaba quedando bien. Es delgada, pequeña, de ojos marrones.

Y Brandon, es el pack que venía con ellas y con Luis. Llevan juntos desde la eso y es el más reservado, pero cuando abre la boca no puedes parar de reírte.

Nos contamos lo que vamos a hacer este fin de semana y lo más seguro es que quedemos este sábado para tomarnos algo por la ciudad.

Las siguientes tres horas pasan como si fueran tres años y por fin salimos. 

Cuando llego a mi casa me pongo a hacer los deberes. Jodidas matemáticas, jodido Sr. Fernando y jodido todo.

Estoy sola en casa. Mi hermano sigue en el colegio y después tendrá natación, y mi madre estará saliendo del trabajo apunto de llevarle allí.

Me estanco en un ejercicio que no sé cómo hacer. Voy a hablar a Sandy.

Yo: Sandy, tronca sabes hacer esto? pque no tengo ni puta idea.

    (FOTO)

Me quedo con el móvil en la mano, metida en whatsapp y mientras espero por si estuviera Sandy con el móvil, miro todos mis contactos por si alguien hubiera cambiado su estado o su foto de perfil...Y rápidamente llego a la L.

Me quedo mirando justo un contacto. Un estado. Una foto. Lo único que puedo saber de Lucas.

Me meto en la conversación, en el último mensaje que tuvimos. Bueno, el que le mandé, que dejó en leído.

No he vuelto a saber nada de él...Solamente sé lo que él me deja ver en su Instagram y a veces ni siquiera eso...

He perdido casi todo el contacto con sus amigos después de todo lo que pasó, después de aquella infernal última noche...

Las ganas de hablarle cada día aumentan, y me perforan cada vez más la cabeza.

Todo con él, y ahora sin él, ha cambiado.



Conociendo a Rocky IIWhere stories live. Discover now