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-¿De verdad de dejaras esto por ella?-pregunto Leeteuk
-si-respondio mientras observaba el arma que tenia en sus mano - después de todo ella se ha vuelto importante para mi- sonrió- quiero que pueda sentirse segura conmigo.
-entonces, después de este ultimo trabajo no volveremos a vernos ¿verdad?-Donghae asintio- espero que te vaya bien con ella, aunque nunca entendi porque te gustaba esto
-es personal-respondió recordando que la rebeldía adolescente lo habia llevado a entrar a aquel mundo. Sus padres siempre le habían otorgado todo pero sentia una gran necesidad de adrenalina-oye...necesito que te quedes con esto-le entrego el arma-si ella llega a verla, lo mas probable es que...simplemente guardala hasta el dia que debamos ir
-esta bien, despues de todo te entiendo.Si yo tuviera eleccion tambien cambiaria de vida-menciono Leeteuk guardando el arma.

Continuaron hablando sobre lo que debían hacer para aquel trabajo y luego se despidieron. Cuando Donghae Ilego a su casa, su madre le comunico que habia alguien esperandolo en la sala. El chico se sorprendió al ver a su novia sentada en el sillón de su casa, llevaba unos jeans desgastados y una sudadera holgada, se veia tan inocente.

En el momento que ella lo vio, corrio a abrazarlo - ¿que paso?- pregunto pero ella no contesto nada- dime, ¿que pasa?. Me estas preocupando cariño
-nada-murmuro sobre su pecho-solo abrazame -continuaron de esa forma por varios minutos. Donghae la Ilevo de nuevo al sillón y observo su rostro, tenia los ojos hinchados -¿porque has estado llorando? - pregunto
-no quiero hablar de eso. Por favor Donghae -él solo atino a acariciarle el cabello mientras la abrazaba. Le preocupaba verla llorosa, sospechaba que él tenía que ver en ello.

Ambos vieron una pelicula juntos y cenaron junto a la familia de él. Ella se veía tranquila hablando con su madre de él y comentandole sobre él instituto a su padre. Al terminar la cena, ambos se encargaron de recoger la mesa y limpiar los platos .

Cuando terminaron, subieron al cuarto de Donghae, ella estaba recostada al lado de su novio mientras veía la a través de la ventana que había en la habitación. El cielo se veía bonito aquella noche

-te quiero, Donghae - él la observo a los ojos y se acerco a besarla. Sus besos comenzaron de una manera tierna hasta que él poco a poco comenzó a hacerlos más exigentes. La coloco sobre él y comenzó a acariciar el largo de su espalda. La deseaba como los mil demonios y desde que había vuelto él no había podido estar así con ella.

-te amo- pronunció él-no podría vivir sin ti

-yo tampoco Donghae--le menciono ella tocando su frente con la de ella-no podría vivir sin ti

Continuaron besándose y acariciandose pero sin llegar al punto de que ambos empiecen a desnudarse pues, los padres de él estaban en la casa y ambos debían un respeto a la misma. Donghae exploraba el cuello de su novia cuando está recibió una llamada.

-es mi hermano-anunció ella antes de responder - ¿bueno?

-estoy afuera de la casa de tu novio, papa me ha mandado a recogerte- mencionaron por la otra linea
-no regresare—respondio ella
-TN, escuchame. Mama esta preocupada y...-se oyo un suspiro- por favor, no quiero mas enfrentamientos. Eres su hija y es normal que se preocupe por ti, por favor ven conmigo a casa. Te lo ruego como tu hermano
-esta bien, ya salgo-murmuro en respuesta.

Donghae la acompaño a la puerta, su hermano habia venido a recogerla y ella debía irse
-Kangin me espera en el auto, ¿hablamos cuando llegue? -pregunto

-si amor-ella asintio con una sonrisa y le dio un beso caso en los labios antes de dirigirse al auto de su hermano.

Un final predestinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora