Día 3 - Estrés

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Los personajes de Gelman Shoujo Nozaki-kun no me pertenecen, pero si el intenso amor que les tengo.

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Última oportunidad

Hori se recuesta hacia atrás soltando un largo suspiro. Finalmente terminaron. Observa a su alrededor, y una gran cantidad de sus compañeros del club llevan la misma expresión satisfecha y realizada en sus rostros. Esa sería la obra que cerraría el año; la última que tanto él como otros alumnos de tercero verían y participarán, así que pusieron un esfuerzo extra para que quede perfecta hasta el más mínimo detalle.

Apoya ambas manos detrás suyo y se sienta para ver el trabajo realizado. Realmente se esmeró en los dibujos del paisaje, y los castillos se veían más realistas que nunca. Para esta oportunidad sus compañeros habían pedido ayuda del club de arte —entre los que observaban feliz el trabajo estaba la pequeña Sakura— para que al pintar las luces y sombras quede más realista.

—Quedó increíble —dice Chiyo en un suspiro, con unas cuantas de sus compañeras afirmando la cabeza detrás.

—¡Ya quiero que sea mañana! —escucha el presidente de una chica a sus espaldas.

—Hablando de mañana —dice Hori con aún la sonrisa en su rostro mientras se pone de pie— tomense lo que queda del día libre, ensaye cada uno por su cuenta y nos reuniremos aquí dos horas antes de la función para las últimas preparaciones.

Todos comienzan a levantarse para tomar sus cosas, el presidente se acerca hacia el club de arte para agradecer su ayuda. En eso escuchan la puerta abrirse, giran la mirada hacia el lugar de ruido y se encuentran con Kashima seguida por su leal séquito de princesas.

—¡Hori-chan-senpai! —saluda la chica, cómo si no se hubiera salteado todo el trabajo.

—¡Kashima! —responde el presidente cabreado, acercándose hacia el príncipe. Ella se inclina hacia atrás con las manos en el rostro, intentando esquivar el ataque. Las princesas se mueven a su alrededor. El cuerpo de una empuja a otra, y esta tropieza contra una escalera; que choca con uno de los fondos. Todo comienza a caer como fichas de domino. Hori se queda estático en su lugar, como todos los que habían trabajado tantos días en la preparación.

—Senpai —dice Kashima, tras observar el trabajo destruido. Hori se queda en su lugar—. Senpai —repite la chica, dando un paso hacia él.

—Realmente lo siento —dice la chica que se tropezó y el presidente es despertado de su mutismo. Observa a la chica, luego a Kashima. Se relame los labios y luego rasca su cuello con la mirada hacia el suelo.

Comienzan a caer los minutos frente a ellos, rodeados por un silencio incómodo y culpable. El primero en salir es Hori, sin soltar una palabra.

La habitación observa los pasos del presidente alejarse y los miembros del club de teatro empiezan a irse por su lado, viendo con mala cara a Kashima a y sus princesas.

—Kashima —dice Chiyo poniéndose a su lado.

La más alta pasa su mirada de dónde antes observaba al mayor alejarse hasta su amiga, Sakura nota su marcada expresión triste y un brillo en sus ojos, pronosticando futuras lágrimas.

—Deberías ir a hablar con él —dice Chiyo preocupada. Kashima afirma lentamente con la cabeza pero no se mueve del lugar, de pronto se agacha y abraza a su amiga rompiendo en lágrimas.

—Chiyo-chan —llora, mientras aplica más fuerza en su agarre— ¿Viste la cara de senpai? ¡Estaba tan triste!

—Para no estarlo —dice la contraria palmeando su espalda, haciendo que su amiga reaccione peor.

Algunos miembros del club, que aún no habían salido, se quedan tras escuchar las lágrimas de la chica. Las del club de arte comienzan a tomar el material destruido; y la princesa culpable toca el hombro de Kashima.

—Príncipe —dice la chica y Yuu gira la mirada para observarla, con una pequeña lágrima cayendo por su mejilla— Lamento… —señala a las chicas que estaban con ellas cuándo sucedió— ...lamentamos lo sucedido. Ve tras tu preciado senpai mientras arreglamos este desastre.

Kashima logra sonreír; en una actitud coqueta toma el rostro de la chica e intenta recordar su nombre para así agradecerle debidamente. Pero al notar que era un caso imposible le responde con un “gracias mi princesa” y sale corriendo tan rápido como pueden sus pies.

Ruega porque Hori no haya abandonado la escuela mientras corre hacia su aula, y él no lo hizo. Lo encuentra sentado en el piso, junto al que es —seguramente— su asiento.

—Senpai… —dice el príncipe insegura, al dar los primeros pasos en el salón. Masayuki mueve la cabeza en su dirección y le hace una señal para que se aproxime. Autorizada, Kashima corre en su encuentro. Se agacha a su lado para luego abrazarlo, escondiendo la cabeza en su cuello.

—Lo siento senpai.

Este solamente acaricia el corto cabello de la chica. Kashima gira la cabeza aún escondida y lo observa preocupada.

—¿Hori-senpai?

—¿Qué?

—¿No me va a retar?

—No, creo que ya absorbiste todas mis capacidades de dar castigo.

—Lo rompí —bromea la chica contra su hombro.

Kashima se relaja, apoyando la mano en el pecho del mayor y disfrutando el momento. Perdiéndose en la nada, disfrutando que él no la odiara. En cuánto a Hori, sólo puede observar su rostro. Amaba cada detalle en el.

Al ver destruida la escenografía a la que tanto cariño puso en preparar, se dio cuenta aquélla era su última oportunidad de acompañar a Kashima. De practicar con ella los diálogos, de presenciar en primera fila su asombrosa actuación. Se dio cuenta del poco tiempo que les quedaba juntos.

Pone un pequeño beso en su frente. Kashima siente cómo todo su exterior tiembla y a las mariposas revoloteando en su estómago, levanta la mirada.

¿Por qué perder el poco tiempo que les quedaba juntos llenándose de estrés? Cierra los ojos, apoyando su frente contra la de Kashima ¿No podrían disfrutar los últimos momentos de otra forma? El príncipe cierra los ojos y sonríe.

Pasa bastante tiempo hasta que vuelven al club de teatro.

HoriKashi WEEK 2k18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora