Planes Para el Futuro

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Era tarde en la noche, Aoi y Charles caminaban bajo las luces de la calle, había poca gente en los alrededores. La pareja sonreía tranquilamente, era Jueves por la noche y al día siguiente la esscuela cerraría para que los clubes de deportes y ciencias se prepararan para los eventos del fin de semana y la semana siguiente. Eso les quitaba mucho peso de los hombros tanto a los estudiantes regulares como a los pertenecientes a los clubes.

"Hey, Aoi," Charles murmuró. "Planeas asistir a algún evento el fin de semana?"

Aoi asintió con una sonrisa amigable. "El tío de Ayumi nos invitó a ver al equipo de Basketball, recuerdas?"

Charles negó con la cabeza y le dió un suave empujón a su novio. "Claro que sí, pero me refiero, a otros a parte de ese."

"Pues no, no conozco a mucha gente de otros clubes, ¿por qué?" El joven asiático preguntó.

"¿Quieres salir el Domingo? Sólos tú y yo..." Charles sugirió con una voz baja, casi tímido. Aoi lo tomó del brazo y le acarició el pelo.

"Pues claro que sí, me encantaría." Respondió.

La caminata casi llegaba a su fin, y la pareja había llegado al parque que estaba cerca de la casa de Aoi. Dos cuadras más adentro se encontraba el condominio donde vivía Ayumi, por lo que hubiesen llegado mucho más rápido si se hubiesen ido con Kudo, pero la pareja apreciaba sus momentos de soledad. Definitivamente el tiempo en pareja valía la pena, especialmente cuando recién se comienza a salir.

Ambos caminaron hacia una banca y se sentaron. No había nadie más. La pareja se miró, Aoi acarició la mejilla de Charles. Su pelo rubio brillaba a contraluz con la luz del farol y los ojos negros de Aoi brillaban con el reflejo de éste. Lentamente, el rubio se acercó su novio, tomándolo por los hombros. Éste otro respondió atando sus brazos su cuello, sosteniendo firmemente la cabeza de Charles con sus manos. Aoi se recostó contra el respaldo de la banca mientras Charles se acercaba más y mas. Se podía sentir la cálida respiración del otro en esa fría noche de verano. Poco a poco los labios del rubio y los del asiático se acercaban mientras las manos de Charles acariciaban las mejillas de Aoi y los dedos de éste jugaban con el cabello del primero.

"Sólo hazlo..." Murmuró el joven luchador de artes marciales, a lo que su novio respondió silenciándolo con un beso. No había nadie cerca para romper ese momento.

Duró lo que debía durar, y lentamente la pareja se separó, ojos brillantes por los efectos de las múltiples fuentes de luz nocturnas. Aoi se acomodó de vuelta en la banca y Charles se acomodó la camisa. Ambos podían sentir el latir del corazón del otro.

"Oye, Aoi..." Dijo Charles. "'¿Qué opinará tu familia de lo nuestro? Sé que tu padre es bastante conservador..."

"Mi padre conoce mi condición desde hace tiempo ya. Él me ayudó a armarme de valor para confesarte mis sentimientos. Puede que sea un hombre con ideales anticuados, pero dice que principalmente hay que creer en el amor verdadero. Me dijo que pase lo que pase, sea fiel a mi corazón. No es de las personas a las que les agraden los adolescentes que van pasando de pareja en pareja, creo que eso le molestaría más que salga con otro chico, supongo."

Charles se quedó mirando a Aoi, pensativo. "No sé que dirá mi familia cuando les diga..."

Aoi lo tomó por el mentón y se acercó a él. "Pase lo que pase, estoy seguro de que te seguirán queriendo tanto como yo te quiero a tí."

Charles dejó salir un suspiro, exhausto. "Hace meses que no los veo... Me mandan correo todos los meses y hablo mucho por chat con mis primos, pero no se siente igual."

"Relájate, no pienses en eso por ahora. De todos modos, estamos cerca de las vacaciónes ya." Aoi intentó consolarlo.

"Seh." Charles suspiró nuevamente, más tranquilo. "Oye Aoi, qué harás a futuro? Cuando te gradúes y eso..."

"Como ya dije, pienso dedicarme a ser sensei de artes marciales. Mi padre heredó el dojo de su padre, pero a decir verdad..."

"¿Qué ocurre?" Charles preguntó, confundido.

"A decir verdad, mi padre no tiene mucha emoción por mantener el dojo. Siente que su padre le obligó a hacerse cargo de él, y cuando el abuelo murió mi padre no tuvo más remedio que seguir sus deseos. La verdad, me ha comentado muchas veces que desea retirarse." Aoi comentó.

"Suena duro para él. Nunca te ha comentado lo que desea hacer en realidad?"

"A decir verda, no. Es un hombre muy reservado con eso. No creo que le tenga resentimiento al abuelo, pero a decir verdad no creo que sea feliz." El joven asiático dijo con un tono melancólico. "Por eso apenas me gradúe me pondré a trabajar como burro para mi padre, para que sepa que, aunque se retire, el abuelo podrá descansar en paz sabiendo que su orgullo está en buenas manos." Aoi miró a Charles y luego sacudió la cabeza. "Lo siento, he estado hablando demasiado."

Charles soltó una carcajada. "No te preocupes, me encanta hablar contigo."

"¿Qué quieres hacer tú al graduarte?" Preguntó Aoi, acercándose al joven caucásico.

"La verdad, estaba pensando en tomar un trabajo de medio tiempo por un par de semestres y luego entrar a la universidad a estudiar pedagogía. Aún no sé en qué área, pero Ayumi me ha estado convenciendo en estudiar química o matemáticas. Dice que se me da bien y que sería lindo tener un profesor en esas materias que no sea un ogro o una bruja." Charles comentó, riendo. "En lo personal, me gusta más la biología, pero..."

"Pero Ayumi ha insistido en que no lo hagas, ¿cierto?" Aoi se anticipó a su respuesta. "¿Es por su trauma con los profesores de biología?"

"Pues, lo comprendo. La profesora de biología de hace dos años le generó un trauma al niño. Aunque ella era un patán, la despidieron a los pocos meses." Charles le recordó. "La verdad aún no logro decidir."

"¿Qué tal física o historia?" Aoi preguntó, bromeando, a lo que Charles respondió cortante.

"Jamás"

Ambos ríeron por un rato. Se hacía cada vez más tarde. La pareja se miró, y Aoi se acercó al oído de su novio.

"Oye Charles... ¿Quieres saber por qué puse tanto esfuerzo en rechazar la oferta del profesor Kudo en traernos a casa...?" Dijo con un tono juguetón.

"Me encantaría saberlo... Los pies me están matando." Charles respondió, quejumbroso.

"Mi casa está sóla... ¿Quieres pasar la noche juntos?"

Boy Love AcademiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora