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Ed abrió la puerta de golpe y su rostro barrio la habitación deteniéndose en el desastre en la alfombra y luego en mi sentada recargada en la cama cubriéndome los oídos y llorando.
– ¡Kath! – se arrodillo frente a mí y tomo mis manos escaneándolas para asegurarse de que no estuviese herida. De cierta forma el que pensara que me había vuelto a cortar me dolió.
– Por Dios Kath, ¿Qué es todo esto, qué pasa?
– Ese… ese fue el regalo de Moira. Una caja llena de navajas y… sangre – dije entre el llanto que no podía controlar.
– ¡Maldita perra!, amor sal de aquí deja que limpie todo, ¿Ok?, no dejes que arruine nuestro día – sus ojos azules me miraban con preocupación y un profundo amor logrando que mi llanto cesara de poco en poco.
– Tienes razón, ella no puede arruinar nada. – me seque las lágrimas y Ed me ayudo a ponerme de pie. Fui hasta mi maleta y me cambie de blusa porque la que traía tenía manchas de sangre, pensé que era pintura pero la pintura no tiene este aroma a oxido y sal.
– ¿Qué es esto? – exclamo Imogen al ver el desastre totalmente asustada.
– Una bromita de Moira, todo eso estaba en el regalo que le dio a Kath.
– Oh por Dios, ¿Estas bien? – Imogen se acercó a mí y aunque trato de disimularlo también miro mis brazos.
– Si solo fue una pésima broma. Solo limpio esto y nos iremos o perderemos el vuelo – respondí con la mejor sonrisa que pude.
– No, no deja que me encargue de eso ustedes suban las maletas al auto, no te preocupes cariño.
– Creo que aún queda tiempo yo puedo…
– Kath vámonos, es mejor llegar antes – me interrumpió Ed. Asentí en respuesta y le dedique una sonrisa rápida a Imogen que se notaba nerviosa e incómoda. La razón era bastante obvia. Ella y Ed sentían que este incidente acarrearía mi oscuro pasado y volvería a ser lo que fui antes. Una carcasa humana llena de heridas.

Mire por la ventana el auto que nos llevaría al aeropuerto y afuera varios de los invitados esperando para despedirnos lanzándonos pétalos de flores y arroz.
– ¿Lista? – me sobresalte al escuchar la voz de Ed de repente.
– Ah… si, estoy lista.
– ¡ Kathleen, no te vayas sin decir adiós! – Jaymi, mi hermanito que cada vez estaba más grande. Un niño de 8 años alegre con sus mejillas sonrosadas, rizos suaves y ojos verde esmeralda. Parecía un angelito.
– ¡Eso jamás! – me incline a abrazarlo porque ya no podía cargarlo como antes, era muy grande y pesaba más.
– Te extrañare – me abrazo con más fuerza y sabía que quería llorar pero se aguantaba.
– Solo son un par de semanas Jaymi, ni notarás que me fui.
– Hmm, yo también te extrañare. – se hizo notar Ed y Jaymi soltó una risita.
– También te voy a extrañar a ti – y se fue directo a abrazar a Ed.
– Obedeces a mis papás, no te desveles y evita la comida chatarra en exceso.
– Ed, acabas de quitarle la diversión a todo – dijo Jaymi cruzándose de brazos.
– Se supone que debo ser un adulto responsable, es mi trabajo – dijo Ed pero después río y beso la frente de Jaymi.
– Vamos – dijo Ed tomando mi mano y con la otra tomando la de Jaymi.
– ¡Vivan los novios! – y todos aplaudieron. Nos llovían pétalos blancos y no pude evitar reír y sentirme abrumada.
– Oh cariño, te extrañe – me abrazo June y en segundos sentí como May y April se unían al abrazo. Las amo tanto, ellas son mi familia.
– Solo dos semanas…
– Ya sé que son dos semanas, ¡Dos largas semanas!
– Se pasaran tan rápido que ni notarán que me fui.
– Lo notaremos, lo notaremos bastante pero bueno, basta de quejarnos. Diviértete mucho en tu luna de miel – me dijo June y después beso mi frente.
– Realmente… diviértete – recalco May con una sonrisa pícara.
– ¡Oh claro que lo hará! – dijo April riéndose provocando que me sonrojara.
– Amm… ok, me… me tengo que ir – me aleje de ellas y fui hasta el auto donde Ed me esperaba para abrirme la puerta.
Parecía como si el mundo se quedara mudo y todo alrededor de Ed se volviera en blanco y negro.
– ¿Lista para irnos Sra. Sheeran?
– Más que lista.

Ámsterdam. Hay sería mi viaje de luna de miel, el viaje sorpresa elegido por Ed. No era un viaje largo, poco más de ahora en el avión sin hacer escalas.
– Desde hace mucho tiempo quería conocer Ámsterdam y que mejor que conocerlo contigo, ¿Te gusta la idea?
– ¡Me encanta!, cualquier lugar al que vaya contigo será mi lugar favorito – rodee su cuello con mis brazos y lo bese.

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⏰ Última actualización: Mar 01, 2015 ⏰

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