Pure Lie//Overhaul [T1]

Capítulo 9

Capítulo 9

Destruir lo conseguido 

La adolescente corrían calle abajo persiguiendo a la pequeña albina, el adulto de gabardina negra había quedado atrás en los barrios bajos, y ahora la femina de cabello café corría por la ciudad persiguiendo a la niña que se escabullía por los callejones 

La situación sin dudas se había salido de sus manos ¿como se era posible que una simple niña fuera capaz de destruir lo conseguido por cientos de personas? 

Las lagrimas llenas de impotencia y rabia llenaron sus ojos, dificultándole la visión y causando que deba dejar de correr, torpemente limpió aquellas lagrimas y miró con irritación a la niña que pronto desaparecería por el final del callejón. Ella no estaba a dejar ir a Chisaki, no lo permitiría, todavía no se había divertido lo suficiente

Aquellos ojos cobrizos cambiaron a un rojo brillante, no lo dudó y extendió su mano mientras una amplia sonrisa se dibujaba en su rostro, derrumbó una de las paredes de aquel callejón logrando que así la albina caiga al suelo ante el miedo de ser aplastada por los escombros 

─¿Que sucede Eri-chan?─ preguntó con una divertida inocencia mientras se acercaba a la nombrada ─¿Tienes miedo? Oh por favor no te preocupes, aquí estoy─ finalizó cargando a la niña mientras la apegaba a su cuerpo para evitar que se vaya

La adolescente de ojos marrones brillantes caminaba tranquilamente por el resto del callejón hasta salir a la tan transitada avenida de aquella ciudad ─No hagas nada, no queremos que Overhaul se enoje ¿cierto?─ susurró suavemente en el oído de la menor para luego reír

─¡___Tn!─ la llamó sonoramente una voz a sus espaldas causando que la nombrada de un pequeño salto asustada, era imposible no reconocer la animada voz de su compañero. Sonrió al darse vuelta ─¡Mirio! ¿Que tal chicos?─ el trió de estudiantes estrellas se acercaron a la femina hasta quedar a unos pocos pasos de ella ─¿Quien es ella?─ indagó la de cabellos celestes mirando algo extrañada a la niña que había entre los brazos de su amiga

─Es la hija de un amigo de mi parte, me ha pedido que la cuide por un rato─ respondió son borrar la sonrisa de su rostro y acarició la mejilla de la niña ─Su nombre es Eri─

El trío de amigos sonrió y la peliazul se adelantó a hablar con suma emoción ─¡Es un nombre hermoso!─

─Un gusto conocerte Eri─

La chica se relajó al ver que la abina continuaba en silencio y se permitió reír suavemente a lo que se daba media vuelta para retomar su camino a los barrios bajos ─¿No iras a clase hoy, ___Tn?─ preguntó extrañado el rubio al darse cuenta de que tan tarde era y que ella seguía aun sin su uniforme ─No creo pero nos veremos en la noche en la agencia ¿si?─ se apresuró a responder a lo que el de ojos azules asintió poco convencido al ver como su amiga se iba como si nada

(...)

Al llegar a los barrios bajos la chica de ojos cobrizos lanzó a la pequeña albina al suelo mientras la miraba con notable desprecio ─Pequeña zorra...─ murmuró algo temblorosa ante las fuertes punzadas que le daba su cabeza. La niña lloraba aterrorizada en el suelo viendo a la mayor, sus ojos cambiaron de marrón a rojo y de rojo a marrón múltiples veces sin sentido ─Ah joder...mira lo que causas─ masculló mientras tomaba bruscamente a la menor del cabello y comenzaba a arrastrarla por la calle

Múltiples cortes aparecían en el suelo bajo sus piel y en su piel, causando que la sangre comience a brotar de los mismos, poco a poco se acercaba a casa aquella de estilo francés en la cual varias camionetas polarizadas se encontraban estacionadas fuera     

─Mira, Eri, Overhaul ya ha llegado─ anunció a lo que una sonrisa algo forzada aparecía en su rostro logrando que la niña intensifique su llanto y las pataleadas en un intento desesperado por librarse ─Oh por favor, debes alegrarte de que alguien como él se preocupe por tu bienestar─

Suspiró pesadamente al darse por vencida y empujó con la palma de su mano la puerta, esperando en vano que esta se abra, pateó agotada una y otra vez la puerta hasta que esta fue abierta por el hermano mayor de la femina 

Ingresó a la casa ignorando las preguntas y disculpas del de ojos verdes, y sin soltar los cabellos plateados de la niña la arrastró por el pasillo hasta llegar a la sala donde la esperaban los Yakuzas junto a su progenitor 

─No soy una inservible luego de todo─rió suavemente intentando mantener la compostura pero se maldijo en voz baja al comenzar a ver borroso

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Realmente odio mucho a Eri, perdón