Por una amenaza

Capitulo 13

Bill no podia creer que su Pino lo habia rechazo, sabia que violarlo incontables veces fue el peor error de su vida e ipnotizarlo para mantenerlo a su lado tambien habia sido un error pero él era nuevo sintiendo cosas bonitas y humanas, solo queria recuperar a la persona que le enseño a sentir... Por eso... ¡No se rendiria! ¡Volveria a esa mansión y se lo llevaria para enamorarlo como era debido!.

En Dipper ya no cabia más tristeza y descepción, todavia si lo habian ipnotizado recordaba muy bien todo lo que el rubio habia hecho por él, creia que Bill no seria capaz de hacer algo asi. Queria ir con él, abrazarlo, decirle lo que sentia por él, como se sentia a su lado... ¡Pero tambien tenia su orgullo y dignidad!.

Bakoro estaba más que feliz... Siempre aborrecio al Cipher, tenian casi los mismos poderes pero el maldito triangulo parlante siempre acaparaba toda la atención, siempre quedandose con lo que él queria y ahora era su turno de quitarle algo... Aunque tambien le gustaba lo que le habia quitado.

El pelinegro se encontraba leyendo en el living, en paz total al igual que el castaño, aunque este último estaba en su cuarto.
No esperaba nada realmente... Hasta que vio una figura frente a él, a unos cuantos pasos... No tardo en reconocerlo.

Bakoro: ¿Vienes a rogarle que vaya contigo, Cipher? - dijo sin alejar su vista del libro

Bill: ¡Callate! ¡Vine a hablar contigo! - dijo quitandose el saco y lanzandolo al suelo

Bakoro: ¿Conmigo~? - lo miro sonriendo fingiendo emoción - ¿De que? - se levanto de su asiento, lanzo el libro al sillon poniendose serio - Que yo sepa tu y yo no tenemos nada de que hablar - se cruzo de brazos

Bill: Mira Matanbu, tal vez... Tal vez podamos hacer un trato.

Bakoro: ¿Un trato? - posó su mano en su barbilla fingiendo pensarlo, enrealidad la idea le resultaba muy tentadora - ¿De que se trata?.

Bill: Una batalla Tu y tus demonios... - empezó a acercarse hasta quedarse frente a frente - Y yo y los mios - extendio su mano con llamas azules - ¿Es un trato?.

Bakoro: Sera interesante - de su mano salieron llamas rojas con algo de negro. Al Cipher no parecio impresionarle, al parecer ya las habia visto antes - Es un trato - estrecho su mano - ¿Cuando y donde?.

Bill: En una hora en nuestra dimención ; en Mashindano.
No quiero que este pueblo termine hecho cenizas - se alejo del pelinegro... Y desaparecio

Bakoro fue al cuarto del castaño para avisarle que iba a irse por unas horas pero regresaria. Una vez se lo dijo se fue a su dimensión a combocar de a sus demonio, a los cuales no habia visto a hace siglos... Ninguno habia cambiado, y su respeto y lealtad al Matanbu seguia intacto.

El Mashindano era un lugar donde pasaron muchas peleas, batallas que acabaron con millones de vidas, algunos hasta eran humanos que fueron arrastrados a ese lugar para matarse y entretener a los demonios.

Las reglas en Mashindano eran simples : Si te matan, perdiste y si viviste, ganaste. El ganador se quedaria con el ejercito (los demonios) del perdedor y podrá cumplir un deseo, asi sea asesinar a alguien, revivir a alguien (con sus propios poderes, claro), ser gobernante de aquella dimensión, etc.

Ya en Mashindano, el Cipher tenia a sus demonios a su espalda con el ejercito de el Matanbu con este último frente a los demonios.

Empezaron a pelear, muchos de ellos tenian poderes pero otros no, solo usaban sus dientes y garras... Las muertes no se hicieron esperar, murieron con el deseo de que su lider gane. Mientras los demonios peleaban, Bill y Bakoro solo se miraban con furia.

Bakoro: No vas a rendirte ¿Verdad?

Bill: ¡Jamas! - grito lanzandole algo de su fuego azul

Bakoro hizo lo mismo, su pelea era fuego a fuego, literalmente, no les interesaba lo que le pasara al otro, solo querian destruirse para lograr lo que querian.

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No paso mucho para que ya casi todos esten muertos, Bill y Bakoro les daba igual lo que pasara a su alrededor, por el momento el que llevaba la delantera era Bakoro... Tenia acorraldo al Cipher, con la espalda en el piso, sucio, sangrando y casi sin aira ya que tenia el pie de el pelinegro en su cuello.

Bakoro: Siempre espere este momento... En el que tú estarias eliminado y yo tendria todo... Y no te preocupes... Yo cuidare muy bien de Pines.

Y como si esas últimas palabras fueron magicas, el Cipher tomó fuerzas para intercambiar lugares con el pelinegro. No queria perder tiempo... Asi que con una espada que habia por ahi, le corto la cabeza... Y con su fueron lo quemo... Volviendo el cuerpo ceniza.
Miró alrededor... Todos habian dejado de pelear... Solo lo miraban... De un momento a otro, ambos ejercitos se pusieron en una rodilla haciendo una reverencia ante su lider.

Ahora solo quedaba... Cumplir su deseo.