_ Sales en cinco minutos, Sasuke.
Sasuke movió la cabeza afirmativamente y esperó los cinco minutos para comenzar a caminar hacia el escenario.
La luz de los reflectores le molestaron por unos segundos, como siempre pasaba, y luego sus ojos se acostumbraron permitiéndole divisar a toda la gente en frente de él. ¿Cientos? ¿Miles? No lo sabía. Ya lo escucharía en los noticieros o en la radio mañana.
Como siempre, las caras frente a él eran borrosas, ninguna en especial que recordara o quisiera recordar.
Dio un breve saludo en el micrófono para luego escuchar los gritos agudos y silbos. Tomó su guitarra con firmeza para comenzar a tocar.
Y comenzó a cantar.
De momento en momento cerraba los ojos para concentrarse solo en sí mismo y en sus recuerdos. Todos esos recuerdos que habían inspirado sus letras, sus melodías, su música.
Porque lo que salía de sus labios era lo que estaba en su corazón.
....................................................................................................................................
_ Sasuke-kun, tus canciones son muy emos.
Sasuke resistió las ganas de lanzar su guitarra en la cabeza de su representante. Se limitó a simplemente mandarle una mirada helada.
Orochimaru ni pestañeó. El hombre le tenía más miedo a la pobreza que a la muerte.
El pelilargo se mantuvo leyendo la letra de la canción que Sasuke le acababa de presentar como su nueva creación. Ororchimaru era de esas personas que le sonreían con superioridad a cualquier obstáculo en la vida, y si ahora estaba frunciendo el ceño y haciendo una mueca significaba que el obstáculo era muy serio.
_ Este es tu noveno intento y sigues teniendo el mismo problema – el pelilargo lo miró con sus descontentos ojos serpentinos – ¿qué parte de canción alegre no entiendes?
_ Es alegre. Hasta podría decir que es bailable.
_ La oscuridad de mi ser – Orochimaru leyó el título – ¿es en serio?
_ No has escuchado la melodía.
_ Bien, déjame escucharla – dijo Orochimaru nada convencido acercándose a la grabadora para escuchar con los audífonos. Después de unos se los quitó y miró a Sasuke con cara de palo – Tienes razón, Sasuke-kun, con esta canción dan ganas de bailar... bailar hacia el borde de un puente llorando para suicidarse.
Sasuke frunció el ceño.
Orochimaru lo miró con detenimiento.
_ ¿Necesitas que te consiga un psicólogo? – le preguntó seriamente.
_ No – gruñó el joven.
_ ¡Entonces deja de ignorar lo que digo! – dijo exasperado el mayor – tu fama ha bajado muchísimo. ¿No puedes ser como Naruto-kun?
A la mención del nombre, Sasuke sintió que le hervía la sangre por la ira. Ese idiota que se había vuelto popular en tan poco tiempo solo cantaba música alegre, divertida y cursi que la gente ponía a tocar durante sus fiestas.
El chico tenía todo lo necesario para ser cantante, desde la apariencia física hasta la energía. Sus letras y melodía gritaban optimismo y amistad, incluso con letras bobas y perdedoras como "El delicioso ramen" o "Chica linda, mírame a mí". La gente adoraba su ritmo y carisma.
YOU ARE READING
Dos Canciones De Amor (NARUASU)
RomanceSer representante de alguien que solo cantaba lo que tenía en el corazón era una tarea más difícil de lo que cualquiera podría anticipar, pero más difícil era para ese artista encontrar a su musa. Naruto y Sasuke la habían encontrado. NARUSASU