Capítulo Único: Hiccup y Toothless

6.7K 565 326
                                    

Por favor perdona el hecho de

Que me haya enamorado

Porque no tengo el valor

Para decirlo

Yakimochi no kotoe - Honeyworks

Hiccup estaba nervioso. Nervioso y asustado. Habían pasado algunos días desde su repentina ruptura con Astrid que había tomado por sorpresa a todos los miembros de la aldea. Al menos los dioses decidieron ponerse de su lado por una vez en la vida y habían aceptado la noticia con relativa tranquilidad. Aunque, no era tonto. Sabía que esa muestra de comprensión era sólo por la pena que les provocaba la muerte de Stoick y la lástima que debió causarles.

Por otro lado, Toothless se había puesto raro desde que supo la noticia. Para cualquiera habría pasado desapercibido el cambio del dragón.

Para cualquiera excepto él.

Últimamente Toothless andaba algo más inquieto de lo normal. Le levantaba más temprano para ir a volar, se ponía más arisco al verlo acercarse a otros dragones (Sí, más que de costumbre), alargaba sus sesiones de vuelo, le llevaba la "cena" a la cama (creía que ya habían superado la etapa del pescado crudo) Incluso se había vuelto más mimoso y le lamía más que de costumbre. Aunque no es como que eso último le molestara realmente…

Astrid era un asunto aparte.

La chica había decidido darle una oportunidad a Eret, quien no desaprovechó la oportunidad al saber que la rubia estaba disponible. Pero, ese no era el problema, de hecho se alegraba por ellos.

El problema es que la chica se había puesto cada vez más insistente en cuanto a sus sentimientos por Toothless. Ya hasta le había amenazado con destrozar toda su investigación de dragones si no se confesaba de una buena vez. Sabía que ella tenía razón, pero es que simplemente no podía hacerlo. Todo su coraje se había perdido cuando terminó su relación con Astrid y al volver a ver a Toothless, simplemente no se pudo confesar. Sus piernas le flaquearon, su respiración se agitó, sus manos sudaron y las palabras simplemente no salieron de su boca. Lo había intentado más veces de las que podía contar con sus manos, pero el resultado siempre era el mismo.

Ahora se arrepentía de haber alargado la espera tanto.

—¡Hiccup Horrendus Haddock III!— Sí, definitivamente se arrepentía y temía por su integridad física.

—H-hola, Astrid. ¿Sucede algo?

—¡No te hagas el idiota conmigo, Hiccup! Sabes bien a lo que vine.— Las palabras de la chica sonaron tan amenazadoras como lo eran para él. Tragó saliva.

—De acuerdo, de acuerdo.— suspiró, revolviendo su cabello.— Sé a lo que viniste, pero aún así no sé qué esperas de mí.

—Mira, sabes perfectamente eso también.— gruñó.— ¿Cuándo te confesarás? Ya ha pasado casi una semana y no pienso permitir que la ruptura de nuestro compromiso haya sido en vano. Bueno, para ti. Yo ya estoy bien.

—Gracias por recodármelo.— bufó. Astrid le ignoró.

—Como sea. Mira, estamos en el inicio de la primavera, una época perfecta para confesarse.— Definitivamente Astrid no servía para lanzar indirectas.— Así que, vas a levantar tu sucio trasero de ese escritorio y le dirás tus sentimientos a ese dragón o me aseguraré de que no quede ni tu prótesis de recuerdo.

DefinitelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora