🌹D O S🌹

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Fin de semana, lo cual significaba fiesta para cualquier universitario.
A excepción de dos chicos, un castaño claro y un castaño oscuro, quienes ya un poco cansados de las fiestas y exámenes de la universidad, prefirieron ir nuevamente a ese restobar de la última vez para conseguir relajarse aunque sea un poco.

-¿Tienes las llaves del auto? No pienso caminar con éste frío. -Habló el más bajo rápidamente, mientras se ponía su abrigo negro que combinaba perfectamente con sus Converse negras y su camiseta blanca en la cual se podía leer muy claramente "Fuck you bitch". Un mensaje muy bonito en la mente del castaño oscuro en cuanto a su camiseta.

-Sí, sí, diva. Tengo las llaves. -Respondió mientras hacía girar las llaves en su dedo índice.
Llevaba puesto un jean gris, sus zapatillas con estampado a cuadros y su tan distintivo hoddie azul. No tenía ganas de arreglarse mucho, ésta vez prefería ir más cómodo. -Ahora vámonos. -Ambos salieron del departamento del más alto (sólo por unos centímetros), cerraron con llave la puerta y bajaron por el ascensor de aquel gran edificio hacia la primera planta, lo cual les tardó al menos un minuto. Una vez consiguieron salir del edificio caminaron un poco hasta llegar al auto y finalmente subieron en éste.
Le tocó conducir al de cuencas. En cuanto a Edd, iba cantando a todo pulmón una canción súper pegadiza que estaban pasando por la radio.

-Sunshine lollipop's and rainbows...-No pudo seguir cantando ya que el aguafiestas de Tom había apagado la radio. -¡Hey! ¡yo estaba escuchando! -Reclamó con un tono de enfado fingido.

-Ajá, pero también estabas gritando como urraca, y no es muy bonito eso. -Rió sin poder evitarlo.

El resto de los minutos restantes que quedaban por llegar a su destino se la pasaron entre charlas muy amenas. Risas y bromas por doquier.

Ingresaron al local, y escogieron una mesa, la más cerca del escenario. Nuevamente para la noche de karaoke.
Ordenaron un par de bebidas, Coca-Cola para el castaño oscuro y Smirnoff para el de cuencas, además de su comida, la pizza de la última vez.

-Que bonito. -Habló el castaño oscuro con notorio sarcasmo, llamando la atención de su amigo.

-¿Qué sucede? -Preguntó.

-El señor cuernos por cabello, está aquí. -Hace unas semanas atrás lo habían apodado así. Apuntó con discreción a una de las mesas algo alejadas de ellos.  -El destino nos ama.

-Oh vamos, no te amargues, no ocurrirá nada, no tiene por qué molestarnos. -Sonrió tratando se subirle el ánimo.

Pasaron minutos y el de cuencas sintió ganas de ir al sanitario.
Preguntó a un mesero que estaba pasando justo a su lado, el cual le indicó dónde quedaban los mismos. Agradeció, se levantó y se dirigió a los antes nombrados.

Cuando llegó no esperó encontrarlo ahí de lo más tranquilo fumando. Claro, el tipo fumaba en el baño, cuando perfectamente podía hacerlo fuera del local, pero no, en vez de eso prefería arruinar el ambiente con ese humo que largaba tanto el cigarrillo como también lo expulsaba de su boca.
Eso le molestó un poco al castaño claro, pero prefirió guardárselo.

Caminó hasta un urinario, el más alejado de ese tipo. Bajó la bragueta de su jean para hacer sus necesidades de una buena vez y largarse de allí dentro.

-¿Es éste el destino...? -Oh no puede ser, ¿le hablaba a él? Bueno, era la única persona en el baño a parte del de cuernos por cabello así que sí, lo hacía. -Admito que no quería encontrarme con tu rostro otra vez, pero bueno, aquí estás.

-Mira, yo no suelo hablar cuando estoy descargando. -Fué sincero y directo. Aunque se contradijo ya que sí le habló dejando pasar el hecho de que simplemente pudo ignorarlo.
Cuando ya había terminado guardó lo que "lo hace hombre" nuevamente entre sus pantalones para, posteriormente, subir su bragueta una vez más. 

A paso algo apresurado caminó hasta el lavamanos, tomó un poco del jabón que había allí, y procedió a lavarse las manos tratando de ignorar la presencia del ajeno.

-¿Tanto miedo me tienes? Tu cuerpo tiembla y se nota a millas. -Por primera vez pudo oír su risa, una risa algo ronca y se atrevería decir que era algo... seductora. Vamos, no podría negarlo aunque quisiera.

Claro que no se había dado cuenta de en qué momento comenzó a temblar, ¿por qué lo hacía? Él no le tenía ni una pizca miedo.

En una milésima de segundo ya estaba frente al más alto, por bastantes centímetros de diferencia.

-Oye bien pedazo de cuernos por cabello, primero, molestas a la gente con tu estúpida presencia y segundo, ¿no podrías ir a matarte los pulmones a otra parte? Es un jodido baño público, hasta hay un puto cartel en la puerta en el que dice "No fumar" ¿Sabes leer? -Puede que se haya pasado pero a ese punto, ya muy poco le importaba.

En cambio, su adverso estaba bastante calmado. Dio una calada a su cigarrillo con total calma y para cuando ya lo había retirado de entre sus labios, soltó todo el humo que contenía en su boca, directo al rostro del de cuencas.

Ese había sido el colmo, totalmente, es más se habría tirado encima del más alto si no fuera porque en ese momento un grupo de hombres y algunos niños ingresaron a los sanitarios.

-Oops, lo lamento mucho, no me había dado cuenta del cartel que se encontraba en la puerta. Mis más sinceras disculpas chico. -Apagó su cigarrillo en la pared sin importarle mucho y, sin más lo dejó caer al suelo, para luego salir con total tranquilidad de los sanitarios.

El de cuencas estaba a punto de explotar, su rostro se encontraba algo rojo, siendo por el enfado que sentía.
Trató de calmarse, inhaló y exhaló, varias veces. Una vez que ya se encontraba más calmado salió de allí para poder volver a la mesa con su amigo.

-¿Te habías caído por el retrete? -Preguntó gracioso. -Hasta la comida estuvo esperándote.

-Me hubiera gustado caerme por el retrete a tener que hablar con esa abominación. -Exageró un poco, pero, al ver la mirada de confusión de su amigo, aclaró. -Me encontré con el cuernos por cabello. El muy estúpido me echó todo el humo de su cigarro en el rostro.

-Ya, tranquilo tigre, mejor come algo de pizza, te bajará el enfado. No le lleves la corriente, solo quiere provocarte para ocasionar problemas. -A la par tomaron una porción de pizza cada uno. -Buen apetito. -Ambos dieron una mordida a ese manjar creado seguramente por lo mismísimos dioses. Bueno, es obvio que no pero, parecía.

Las horas pasaron volando, y nuevamente se habían olvidado de inscribirse al karaoke. Mucho no les importó ya que preferían oír las voces de personas que sí sabían cantar a... bueno, tener que ser ellos mismos quienes cantan.

Se retiraron del local con sonrisas en sus rostros, restándole importancia a lo que había pasado allí dentro, otra vez.

Por cosas del destino, volverían era obvio. Y cuando lo hicieran, el de acento extranjero no estaría sólo, lo acompañaría un pelinaranja egocéntrico buen amigo suyo.

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⏰ Última actualización: Jan 30, 2020 ⏰

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𝑵𝒆𝒐𝒏 𝑳𝒊𝒈𝒉𝒕𝒔. [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora