A.D.N

CAPÍTULO 2

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CAPÍTULO ANTERIOR:

-CHICOS, TIENEN QUE CORRER, NO IMPORTA QUE ESCUCHEN, USTEDES SIGAN CORRIENDO-Gritó el militar llamando nuestra atención- hay un camión afuera, los sacaremos de aquí

No pude expresar la felicidad que sentí en ese momento.

Seremos libres...,

Ó eso creímos.

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CAPITULO 2

Seremos libres.

Por fin, después de tanto sufrimiento, de tanto dolor, de tantas noches sin dormir, seremos libres.

No pude contener la emoción que sentía en este momento. Pero toda felicidad que sentí, se esfumó apenas me acorde de una persona.

-Matt...-

Matt. Era uno de los muy pocos amigos que logre conseguir en este horrible lugar, era la única persona que estuvo conmigo cuando más lo necesitaba, el era mi única familia.

-Niña porque te detienes? ¡Sigue avanzando!- me dijo uno de los militares.

-Lo siento yo...no puedo- Sin decir más, me encaminé en ir en la dirección contraria del grupo.

Cojeé como pude en dirección contraria hasta que siento que alguien toma mi brazo con fuerza.

Era uno de los militares.

-Suélteme tengo que buscar a mi amigo- Dije un poco alterada tratando de zafarme de su agarre.

-No tienes que tener miedo, ya evacuamos toda ese zona detrás de ti estarás perdiendo tu tiempo-Dijo el militar tomándome un poco más fuerte del brazo y empujándome hacia la dirección contraria

-No por favor necesito ver si está bien!- Tenía mucho miedo, no confiaba en nadie. Aunque esa persona tratara de ayudarme

-suélteme- dije mirándolo fijamente.

Sin decir más, soltó mi brazo como un robot y corrió para irse con los demás militares.

tome mi brazo, tenía la marca roja de su mano por la fuerza de su agarre.

Me volteé, pero perdí el balance y me sostuve sostuve de la pared dejando una pequeña marchita roja por la herida en mi mano, tome mi cabeza con fuerza y solté un gemido de dolor.

Me arrastre como pude por los largos pasillos de color blanco soportando el dolor de las heridas,   No sabía a dónde iba ni donde estaba, pero me detuve en una de las puertas al escuchar unos pequeños sollozos.

Ahí estaba él.

Matt se encontraba en una esquina con su cabeza oculta entre sus piernas, no me arrepentí de haber vuelto por él.

-Matt...soy yo- dije casi susurrando, entré y me acerqué lentamente hasta el.

Levantó su cabeza y me miró con sus ojos azules, sabía que estaba asustado.

-soy yo..- dije poniéndome de cuclillas frente, el no lo pensó dos veces y me abrazo- Tenemos que irnos ahora -me puse de pie, un gemido de dolor escapo de mis labios.

El solo asintió y se levanto para segundos después tomarme de la mano.

Parecía un niño pequeño.

-¿Que esta pasando june..? -Dijo Matt, pude sentir su mano temblorosa - porque ahora..

-Todo estará bien.. pero no hay tiempo de explicar-Dije, puse mis manos en sus hombros, acariciándolos suavemente, sonreí en un débil intento por calmarlo - los demás deben estar ya bastante lejos, no podemos perder tiempo.-dije, procedí a jalar su bata pero él se soltó.