『 𝑷𝒓𝒐́𝒍𝒐𝒈𝒐 』

15.1K 964 1.2K
                                    


En South Park, desde hacía un largo tiempo las cosas distaban mucho de ser normales, y con los años, la gente que vivía en este pueblo, se acostumbraba a todo, desde la caída del internet, aunque muchos estuvieron a punto de suicidarse por ese suceso, adolescentes mutantes que atacaban a todos quienes se les cruzaran en el camino y que finalmente fueron derrotados por un grupo de chicos disfrazados de superhéroes, como también podía ser la llegada del Halloween con monopatines en los que casi arrasaron con los hogares de quiénes les proporcionaban de dulces; South Park, era un pueblo especial, al estilo de Derry en el libro It de Stephen King.

La gente había estado ignorándolo hasta hace algunos años, pero, gradualmente, fueron dividiéndose en categorías, si, como si ya no fueran suficiente los pobres como los McCormick o los negros ricos como los Black, ahora existían eso a lo que llamaban Alphas, Betas y Omegas; el primer caso de un chico con una elevada fiebre y violado en un callejón por un trío de hombres que, no pudieron negarse a ese "instinto", dio mucho en lo que hablar en todo South Park, al menos, entre los adultos que intentaban mantenerlo en secreto de sus pequeños angelitos que no pasaban de los cuatro a trece años. El Dr. Alphonse Mephesto, dejó de lado su obsesión por los dobles culos y otras extremidades para concentrarse en esa maldita jerarquía que fue dominándolos y separándolos lentamente a todos; jerarquía de las que nadie pudo escaparse, mucho menos, la nueva generación que, los adultos hicieron lo posible de mantenerlos lejos de eso, hasta que se les creía lo suficiente maduros para afrontarlo.

Era una especie de voto de silencio, en lo que todos estuvieron de acuerdo.

Los adultos hicieron lo posible en tener la boca cerrada, otros simplemente no lograban asimilarlo y lo creían parte de un cuento de ficción, pero, ¿qué ocurría con la nueva generación?, ellos tuvieron que esperar hasta sus dieciséis primaveras para tener el resultado de ese examen de sangre que los marcaría, no antes, por lo que, pudieron divertirse toda su infancia sin preocupaciones, no existía categoría, no había Alpha, Beta u Omega, sólo eran ellos, individuos libres, siendo lo que ellos quisieran ser; el problema recaería cuando abrieran ese sobre blanco que les fueron entregando uno a uno mientras fueron ocupando los asientos dentro del auditorio y tenían que mantener cerrado hasta que se acabara la asamblea.

La charla del Director PC estaba durando más de lo habitual, daba rodeos de lo que realmente ocurría, siendo lo más políticamente correcto posible en definir cada categoría y corregido en algunas partes por Strong Woman por creer que PC quería hacer sentir menos a las mujeres Omegas, Betas y Alphas.

La mayoría no pudieron creer que sus padres los habían mantenido ignorantes de todo eso hasta ahora, y el resto, se hacían una idea de que algo andaba mal, porque sus progenitores, no eran buenos mintiendo.

─ ¿Alguna pregunta?─ El Director PC interrumpió los pensamientos de todos, paseándose por el escenario con un micrófono en mano, dispuesto a pasárselo a quién quiera que tuviera dudas.

El silencio fue la mejor respuesta.

O también, porque querían salir cuanto antes y abrir el sobre que finalmente los dividiría.

La curiosidad comenzaba a carcomer a todos los adolescentes, en especial a Cartman que, estaba completamente seguro que por su fuerza, belleza y capacidad de liderazgo era un Alpha, el mejor de ese pútrido pueblucho; podía imaginárselo, todos tendrían que ceder ante su poder y el maldito judío a su lado, perfectamente podría tenerlo a sus pies, porque daba por firmado que era un débil Omega. Las opiniones estaban divididas, pero, tras pasado los minutos, Strong Woman dio por finalizada la asamblea, no sin antes avisarles a todos que en la salida recibirían un folleto con el tema de la nueva jerarquía; definitivamente, parecía algo de ficción.

Meramente Instinto『 Omegaverse 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora