¿Molesto?

Antes de iniciar, la historia supone en el mundo ninja, y toda la generación de Naruto tiene entre 19 y 20 años. Los personajes no son míos y solo escribo por diversión.

Adornada con un poco de lime...

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La vida transcurría lento desde que ella se había ido a una misión, desestimando su compañía argumentando que últimamente era demasiado posesivo y celoso, ¿qué, acaso no siempre fue así?

Podía contar con los dedos y no le sobraban, cuántas veces la protegió y defendió siendo genin, pero ahora ella no ayudaba, esa niña era una molestia, y ahora más...

Sakura había crecido y desarrollado en el punto exacto para su gusto, con algunas partes más que otras, por ejemplo su pecho, el cual no es grande, pero es perfecto para él, se amoldaba al tamaño de su mano y lo podía sostener, era una sensación tan deliciosa que no podía pedir nada más.

Sus cabellos rosas con el largo perfecto simulando un algodón de azúcar, diablos y pensar que él odiaba el dulce, desde cuándo se había vuelto devoto de toda ella ¡Demonios! Ella nunca dejaba de tentarlo de orillarlo a pensar en una y mil cosas del cómo estar juntos y perderse.

¡Ah! Pero él no la perdonaría tan fácil, esta vez no...

—Ya estoy en casa.

La voz femenina tan deseada inundo la habitación, el aroma impregnado en las paredes revivía a cada paso y un abrazo descomunal lo rodeó en un instante, seguido de un beso tan tierno y suave que lo derritió, fundió su enojo en un dos por tres.

—Ya estoy en casa —repitió ataviando sus palabras con la mejor sonrisa, que él podía jurar que era ensañada.

El Uchiha correspondió automáticamente a la muestra de cariño con la cual anunciaba su llegada —Dime, Sasuke-kun, ¿aún estás molesto conmigo?

Sasuke, la miró por un segundo olvidando todo como siempre pasaba cuando estaba con ella, y en su mente repitió la pregunta «¿Molesto? ¿Cómo podría?»

Murmuró su nombre con aquel beso tierno y suave, el cual subió de nivel, fue exigente y devastador, no dejaba de inquietarlo de avivarlo y con un movimiento rápido la acorralo en la pared.

—No me has contestado.

La mirada inquisitiva la juzgaba, «¿por qué insistía?» Acaso no le había quedado claro que le estaba regalando el estímulo ideal para olvidar aquella falta, que en estos momentos parecía insignificante.

—Hablas demasiado, Sakura.

Otro beso, el cual fue tan invasivo con el anterior, pero acompañado con innumerables caricias que evocaban su delirante ardor hacia ella, sí, definitivamente se declaraba incompetente, no podía con esto, con ella, quien hacía que su mundo girara a una velocidad impresionante, y otra vez se preguntó, «¿En qué punto ella había ganado?», pero eso ya no importaba, puesto que su corazón y su alma ya no le pertenecían, debía aceptar que todos sus embates fueron solo ilusiones vacuas, y al final ella había ganado.

—Te extrañe, Sasuke-kun —dijo mirándolo a los ojos y esa sonrisa otra vez.

«¡Demonios! Esto es suficiente», gritó en su mente, el control se había desvanecido, pero para ser justos nunca lo tuvo.

Con varios movimientos de deshizo de sus ropas, de todo lo que impedía rozar su piel contra la suya para poder frotar y tener acceso a toda ella; su cuello, lo primero fue su cuello invadió cada rincón dejando a su paso besos y sus manos también cooperaban estrujando todo lo demás, no él, no daba tregua.

Ahora era el turno de Sakura de olvidarse de todo lo que estaba a su alrededor, su mente fragmentada por las atenciones que recibía de Sasuke solo podía responder con su gemidos acariciando su cabello y dejándose hacer todo cuanto él quisiera.

Sasuke cruzó hasta comprobar lo que él ya sabía, la pelirrosa estaba preparada y lista para su encuentro, y sonriendo de gozo de un solo golpe entró en ella.

—Delicioso, Sakura.

La Haruno jadeó y se movió esperando respuesta rápida y tal vez un poco salvaje, pero Sasuke embelesado decidió torturara a su amada moviéndose lento y acompasadamente.

—Por favor, Sasuke más rápido.

El Uchiha sonrió —. Espera Sakura, déjame sentir como me envuelves y me das placer —, aunque en realidad moría por dejarla exhausta.

Pero la chica sabía jugar rudo y con un movimiento y unos cuantos besos logró que Sasuke rompiera su control y tomándola del trasero como apoyo para entrar y salir casi de forma feroz.

Ofreciendo exactamente lo que ambos necesitaban.

—Sakura —profirió su nombre como un suspiro —.Te amo.

La Haruno sonrió deleitándose con esas palabras —Sasuke, yo también te amo.

Otro beso fue el conductor necesario para poder darle vida a Sasuke nuevamente y un gemido que se dejó escuchar.

—Sakura, linda —, abrazándola de forma posesiva —. Vamos a la habitación, porque esta vez te quiero hincada sobre ella para recibirme.

La chica se sonrojo pero no protestó, y de nuevo se dejó hacer sin rechistar a nada, el Uchiha la acomodó en la posición deseada.

—Sí —, comprobó de nuevo lo que ya sabía, le encantaba tocar y sentir con su propia mano lo que le provocaba y ahí estaba: suave cremoso, sin duda el néctar como un lindo obsequio.

Sin demorarse más presionó su cuerpo, no había duda que jamás se cansaría de esto y una y otra vez se movía entrando en ella mientras los jadeos y gemidos resonaban en la habitación, el Uchiha se estiró sobre el cuerpo de Sakura para llegar a tocar y acariciar sus pechos, sí, sus pechos pequeños que cabían en su mano y los podía masajear sin dejar de sentir la sutileza de cada uno de ellos.

Unos movimientos más y se derrumbó sobre ella, tratándola de dejarla libre pero resistiéndose a ello.

— Fue lindo, Sasuke —, y como respuesta la apretó más.

— Sakura después hablemos de cómo me recompensaras, aún sigo molesto y tengo varias ideas para ello.

— ¿Molesto? —preguntó la Haruno.

— Sí, ahora descansa que nos espera una larga jornada de compensación y resarcimiento.

Sakura y Sasuke sabían perfectamente que todo aquello era una falacia por parte del Uchiha, sin embargo, servía como pretexto para como decirlo, pervertir a Sakura y tenerla para él solo.

Fin / 11122018