~Prologo~

368 15 6
                                    

Asuna Yukki era una chica que a pesar de ser hija de una familia importante de empresarios en Japón, era muy feliz, y la razón no era el dinero de sus padres; bien dicen que el dinero no puede comprar la felicidad. La relación entre ella, sus padres y su hermano mayor era buena como lo es en la mayoría de las familias sin importar la posición social.

Era uno de esos días agradables en Japón, Asuna había quedado de salir con sus amigos ya que, después de las vacaciones les seria imposible verse seguido.

Terminó de arreglarse y bajó a desayunar con su familia. Al llegar a la mesa los saludó.

-Buenos días Familia -dijo sonriente.

-Buenos días Hija- contestó su padre. A su lado, su madre asintió con un gesto de cabeza saludándole también.

-Hola, buenos días Hermanita -su hermano le devolvió la sonrisa mientras ella tomaba asiento a su lado.

La mayor parte del desayuno transcurrió con tranquilidad, hasta que la madre de Asuna llamó la atención de todos.

-Querido, ¿No crees que debamos decirle ya?

-No, aun no amor. Esperemos a la reunión de mañana.

-¿Que deben decirme madre?-cuestionó la pelinaranja.

-No es nada Asuna, ya te enteraras después.

-Olvida lo que dijo tu madre, hija ahora deberías darte prisa ¿No se te hace tarde para verte con tus amigos?

-Tienes razón papá

-Asuna aprovechando que irás al centro comercial, compra un vestido para mañana en la noche.

-¿Eh? ¿Porqué? No necesito un vestido nuevo, madre, puedo ponerme uno de los que ya tengo.

-No, no, no cómprate uno, debe ser muy bonito y elegante. La ocasión lo amerita.

-¿Cual ocasión?- volvió a preguntar.

-Ninguna importante hermanita, anda. Te llevo al centro comercial.

Asuna y su hermano salieron de la casa, por lo que sus padres aprovecharon para poder hablar del tema libremente.

-Amor...recuerda que ella no debe enterarse de eso, sino hasta mañana.

-Perdóname querido, pero...¿No crees que la niña se opondrá?

-Aunque lo hiciera, no puede negarse. Esto lo hacemos por el bien de la empresa amor. Ya hable con Minetaka de esto y también esta de acuerdo. Solo habrá que esperar un poco mas.

~Asuna~

Después de que mi hermano me llevara al centro comercial, entré a una de las cafeterías para esperar a mis amigos. No pude evitar pensar en esa misteriosa reunión que tendríamos mañana en la noche, sé muy bien que tanto mis padres como mi hermano algo me ocultan. Pero se niegan a decírmelo, simplemente cuando lo pregunto cambian el tema de conversación.

-¿Asuna?

-...

-Oye...¡Asuna!

-Ohh, perdóname estaba...ya sabes pensando en algo.

-¿En algo o en alguien?- preguntó Lizbeth, mi mejor amiga.

-No empieces por favor Liz.-puse mi mano delante de ella para evitar que siguiera hablando, cosa que no funciono.

-Tú y yo sabemos perfectamente que estas pensando en Eugeo.- una sonrisa pícara apareció en su rostro.

-¡No es cierto!, Guarda silencio que ahí vienen.

-¿Se puede saber sobre que hablaban chicas?- preguntó Eugeo con una sonrisa.

-¿No es obvio? Estábamos hablando de ti.

-¡No!- Intervine -No exactamente, solo nos preguntábamos porque tardaban tanto.

-Tranquila Asuna, que haya venido con él, no quiere decir que estemos saliendo o algo así. Sé muy bien que a ti te gusta .-Contestó Yuuki, otra de mis mejores amigas.

-Y-yo...

-Tranquila, ... esta bien, yo se lo que sientes.

Ese comentario me dejo helada, no sabia como reaccionar. Nunca habría imaginado que él supiera mis sentimientos, es decir...no es que esté enamorada pero si hay algo de atracción... y creo que él siente lo mismo.

En resumen el día fue muy rápido, fuimos a comer a un pequeño restaurante. Lizbeth y Yuuki se fueron juntas, mientras que Eugeo se ofreció llevarme a mi casa. Y acepté.

Nos despedimos como dos amigos pueden hacerlo y entré. Fue como si nunca me hubiera ido, mi madre seguía en la sala.

-Regrese... mamá, papá.

-Tu padre está en la oficina con un socio importante. Llegará por la tarde.

-Esta bien... Lo siento, sobre el vestido...

-Puedo ver que no compraste nada.

-No me gustaron... mañana ¿me acompañarías a escoger alguno?

-Por supuesto, pero...dime ¿Quien era el chico que te trajo?

-Él...

-Espero que no sea tu novio o algo por el estilo, porque sabes lo que pienso de eso.

-¡No! No es mi novio mamá- me puse nerviosa- Solo es un amigo del instituto.

-Eso espero, ahora ve a tu habitación e intenta descansar, que mañara será un día importante para todos... Pero sobre todo para ti hija.

Subí las escaleras rumbo a mi habitación, y ya en mi cama no pude evitar pensar sobre qué seria esa famosa reunión y porque tengo que asistir con tanta insistencia.
Se supone que a esas citas solo acuden los inversionistas y yo hasta ahora no tengo nada que ver con eso.

El día señalado llegó muy rápido y me dispuse a levantarme. Alguien tocó la puerta.

-Asuna...hija te espero abajo para desayunar.

-Muy bien mama, bajo en un segundo -mi madre jamás subía para avisarme que el desayuno estaba listo. ¿Qué le estaba pasando?

Bajé las escaleras encontrándome con mi hermano que estaba tomando un café.

-Buenos días -saludo alegremente, como siempre me indicó que podía sentarme a su lado.

-Buenos días Koichirou- sonreí -¿A que se debe tanta ceremonia? Mamá ha ido a cerciorarse de que me he levantado.

-No puedo decirte nada, mis padres me lo prohibieron. Ellos te lo dirán cuando sea el momento.

-Tanto misterio me está dando jaqueca.

-Lo único que puedo decirte es que pase lo que pase hoy, piensa en lo mucho que te quiero, siempre podrás confiar en mi ¿Si?.

-Eso solo aumenta el misterio.

Luego nos quedamos en silencio cuando bajaron nuestros padres y tomaron asiento.

-Asuna, ya mandé pedir tu vestido para esta noche -dijo su madre sin despegar la vista de la tablet que siempre llevaba con ella. Seguramente era trabajo.

-Muy bien mamá, aunque...aun no lo entiendo.

-Hija- intervino su padre.

-Tal vez no recuerdes esto que te voy a decir, pero haz un esfuerzo.

-¿De que hablas padre?-preguntó la pelinaranja.

-Hace algunos años, vivíamos en un sector no muy lejos de aquí. Fue en invierno. Antes de tu accidente. Asistimos a la fiesta de navidad de unos amigos muy cercanos a tu madre y a mí. Estabas tan aburrida en la fiesta que decidiste salir al jardín, conociste al hijo mayor de nuestros amigos, jugaron juntos y desde esa noche se volvieron tan amigos que siempre se reunían los fines de semana, hasta que uno de esos días, te encontrabas jugando con él a las escondidillas, subiste a la planta alta y al bajar tropezaste y caíste por las escaleras golpeándote muy fuerte la cabeza. Después de ese accidente te fue imposible recordar gran parte de tu infancia y hasta te olvidaste de tu amigo.

-¿E-eso fue lo que pasó?

-Me temo que si hija.

-Y...¿Como se llamaba mi amigo de la infancia?

-Pues... Su nombre era...

-¡Alto! -Gritó la madre de Asuna- Eso lo descubrirás esta noche. Te lo aseguro.

-¿Puedo insinuar que esta dichosa reunión es para volver a verlo?.

-Algo así.

Y la noche llegó muy rápido, cosa que logro poner a Asuna aun más nerviosa de lo que ya estaba.

Terminando de maquillarse y ya vestida. Se observaba a si misma al espejo. Hizo un esfuerzo por recordar a aquel niño que fue su amigo durante su infancia, pero nada, le era imposible recordar siquiera su nombre o su aspecto.

-Asuna... ¿Estas Lista? Ya es hora de irnos.- exclamó su madre desde el otro lado de la puerta.

-Sí, bajo en un momento.

Tomó su bolso y salió de la habitación. Sus padres y hermano ya se encontraban esperándola.

-Pero que linda estas hermanita- exclamó Koichirou.

-Y mas con ese vestido, el indicado para esta gran noche.- sonrió su madre.

-Es verdad- comento su padre- estás muy hermosa hija.

-Gracias... a todos, mamá tiene un gran gusto por los vestidos. Es un milagro que me haya gustado en color azul obscuro.

-Ya, ya, se hace tarde no queremos hacer esperar a los Kirigaya.

La familia de los Yuuki salió de la casa y se montó al auto. Durante el camino Koichirou iba charlando con Asuna.

-¿Reconoces algo hermanita?

-Mmm, no lo siento ¿Acaso ya hemos estado aquí?

-La verdad, Si. Aquí vive tu gran amigo, ese al que no recuerdas.

-Ya veo...

-Koichirou, hijo no fuerces a tu hermana. Lo hará cuando llegue el momento.

"Cuando llegue el momento"-pensó Asuna. Por su cabeza pasaron imágenes algo borrosas de su infancia. Era ella jugando con un pequeño niño de cabello color azabache y ojos grises tan penetrantes como la luna. También recordó algo sobre su accidente que a la vez fue muy poco:
Se encontraban jugando a las escondidas dentro de la gran casa del niño, a él le había tocado contar y a ella esconderse. Decidió ir a la habitación de juegos donde ambos solían hacer dibujos por las tardes, se metió dentro de un pequeño closet. Guardó silencio, pasó un rato y el niño entró al cuarto como predijo que pasaría.

-Asuna...¿estas aquí?

-...

-Mmm, parece que no. Sera mejor que busque en la cochera.- el niño comenzó a bajar las escaleras.

Ella esperó, hasta que vio por la ventana como su amigo salía de la casa.

-Bien, esta es mi oportunidad -Asuna salió corriendo del closet en dirección a la puerta, para posteriormente bajar las escaleras. Tenia tanta prisa por llegar antes que su amigo y ganar el juego que resbaló en uno de los escalones, lo que ocasionó que cayera y se golpeara la cabeza.

El niño oyó un fuerte grito proveniente de la casa y corrió en busca de su amiga.

-¡Asuna!- Gritó al verla inconsciente al final de las escaleras con un enorme chichón en la cabeza.

-Ya hemos llegado- Anunció su madre -¿Asuna? Vamos baja del auto.

-S-si, lo siento acabo de...

-¿Acabas de que?

-No, nada olvídalo no es nada madre.

-Bien, entremos que ya es tarde.

Mientras más avanzaban hacia la puerta principal de la casa, Asuna observaba y veía que sin duda alguna, ella ya había estado en ese lugar.

-Que bonita casa- mencionó asombrada.

Tocaron el timbre y una sirvienta abrió la puerta.

-Buenas Noches.

-Buenas Noches, somos la familia yuuki.

-Ohh, adelante pasen. En un momento bajan los señores y sus hijos.

-Gracias.

La familia Kirigaya apareció segundos después.

-Que bueno que han llegado Kyouko.

-¡Midori! Que gusto verlos.

-Al contrario, esta es una ocasión especial para nuestras familias. Ahora déjenme presentarles a mis hijos.

Ella es Suguha, la más joven de la familia.

-Buenas Noches

-Hola querida, es un gusto conocerte, ellos son mis hijos Koichirou, el mayor y Asuna la menor.

-Hola -saludaron los hermanos Yuuki.

-Y él... es mi hijo- habló Midori con una gran sonrisa.

-Muy buenas noches, mi nombre es Kirigaya Kazuto, es un gusto volver a verlos después de tanto tiempo.

Pov Asuna.

Kirigaya... por alguna razón ese apellido ya lo había escuchado en alguna parte. El chico que estaba frente a mí se llamaba Kazuto, al parecer es de mi misma edad, ojos grises y cabello negro azabache.

-Vamos, hija preséntate.

-Mi nombre es Asuna, es un gusto conocerte... Kazuto.

-Creo que aún sigues sin recordarme, tú y yo ya nos conocíamos Asuna.

-¿Qué? No, lo siento no te recuerdo.

-Ohh, no tienen de que preocuparse, tendrán bastante tiempo para volver a conocerse.

-Tienes razón Kyouko - habló Midori.- Hay que decirles ya.

-¿Decirnos qué madre?- preguntó Kazuto.

-Escuchen, esto lo hablamos durante mucho tiempo, para ser exactos desde que eran niños. Y ahora que ya ambos son mayores de edad es un buen tiempo para hacerlo oficial -Midori dijo mirando a ambos jóvenes.

-Ustedes, Asuna y Kazuto están comprometidos y van a casarse.

-¿Que? Madre, ¡dime que esto no es verdad! Yo no puedo casarme aun, y más si no lo conozco.

-¡Mamá! Esto ya lo habíamos conversado, yo no voy a forzar a Asuna a casarse conmigo. Ella primero me tiene que recordar.

-Hijo, esto ya esta decidido, además...no sabemos si ella recuperara la memoria y te recuerde. Por eso deben conocerse otra vez.

-No... Yo... no voy a aceptar esto- Asuna salió corriendo hacia el jardín con lagrimas en los ojos.

-¡Asuna! Hija espera - Kyouko iba a ir tras ella, pero Kazuto la detuvo.

-Yo iré, le hablaré y trataré de no asustarla.

Hola!...este es el prologo de mi fic kiriasu uwu. La verdad me encanta escribir sobre estos dos tortolos :3 espero que les guste, no se olviden de votar y dejarme un comentario para sentir su apoyo a la historia y seguir escribiendo n.n

¡Nos vemos pronto!

I Do Not Remember YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora