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Seamos uno en la vida

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Seamos uno en la vida.

Cumplieron un año y medio, durante esos tiempos enfrentaron esos obstáculos que la vida les había preparado. La madre de Jimin convenciendo a su hijo de que la vida que llevaba con Namjoon no era nada buena. "¿Que la vida de un homosexual sería fácil?" "¿Qué ganaba amando a alguien de su mismo sexo?" todo aquello escuchaba cada vez que se reunía con su madre.

Ella decidió dejar en paz a Jimin. Definitivamente su mente está llena de las ideas de un homófobas. Cuando llegaba a casa luego de aquellas "reuniones" rompía en llanto justo en los brazos de su compañero, amigo y al que decidió nombrarlo como el amor de su vida.

Las cosas sucedieron de un momento otro, ni siquiera él había planeado decirles cuál era la razón por la cual había terminado con SeulGi ó por quién su corazón estaba latiendo más que nunca. Él pensaba en ir con las cosas lentas pero todo se le deshizo cuando sus padres llegaron a su casa y su padre lo golpeó como nunca por encontrarlo con Namjoon.

Pero agradecía algo de aquello. Ahora estaba con Namjoon sin sentir vergüenza como lo tenía hace tiempo tampoco escondían lo que sentían y tampoco escondían los besos y escondidas de manos que se daban cuando iban por la calle.

Jimin renunció todo sólo por ir con quién amaba. Namjoon.

Namjoon había regresado al fin a casa y Jimin lo esperaba con una grandísima sonrisa plasmada en su rostro. Esa noche sería de los dos, al menos eso esperaban. El de cabellos castaños había cambiado su tono de cabello ahora era negro oscuro que combinaba a la perfección con sus orbes pestañas y cejas.

Él ya se encontraba listo para salir con Namjoon, ahora sólo le tocaba esperar que él cambiará sus prendas y se vistiera de gala tal como lucía Jimin.

Namjoon había hecho recepciones para ir a distintos lugares. Un restaurant lujoso de primera clase, era el principal objetivo.

Había pasado tiempo y su relación seguía intacta, aún estaban los sonrojos, palabras y besos dulces y llenos de cariño; está noche era para recordar todo el tiempo que ellos han vivido juntos desde su niñez hasta la actualidad.

De los recuerdos que tenían seguir presente en sus vidas, de esos que no merecían ser olvidados en lo absoluto. Salieron de casa una hora después, un lujoso auto los esperaba afuera, el de cabellos negros miró a su novio con una ligera sonrisa en sus labios, el auto venía decorado con un ramillete de rosas de distintos colores en el capó que formaban un inmenso corazón que representaba lo que Namjoon sentía por Jimin.

Cuando el mayor se fijó en tal risa curiosa de su novio dijo:

-Esto apenas empieza, amor.-

El chofer les abrió la puerta y ambos entraron sin olvidarnos de esas hermosas sonrisas contagiosas. El auto empezó con el movimiento y les llevó hasta tal dichoso restaurant. Uno de los hombres que era empleado del lugar les abrió y salieron.

Como si se tratara de un cuento de hadas, como si tratara de dos príncipes enamorados, Namjoon colocó su brazo en forma de manigueta de jarrón y espero a que el mas bajo colocará su brazo en el medio de este.

-Se vería totalmente raro, hyung...-pronunció Jimin con cierta timidez.

-Anda, sólo estaremos tu y yo Minnie-Le alentó el mayor.

Al final lo hizo y un ligero rubor se colocó en sus regordetas mejillas, él se acercó a las mejillas rojizas y besó cada una. Ingresaron y el lugar estaba vacío, sólo existían mesas decoradas y había una en especial que lucía preciosa.

Los meseros del lugar los guiaron hasta allí y se acomodaron uno al frente del otro con las miradas encontrándose una y otra vez. Jimin corría su mirada de un lugar a otro hasta que terminó encontrandose nuevamente con los ojitos achocolatados de su enamorado, cuando finalmente dijo:

-Pensé que sería una cena normal como las que hacemos en casa pero desde que dijiste que usara lo mas formal que tenga me imaginé otra cosa pero ahora lo que yo pensé no alcanza a esto, Namjoon ¿Existe alguna ocasión especial?-

Namjoon se limitó a pensar por unos segundos y luego negó con unos ligeros movimientos de cabeza.

-No existen motivos, ni razones por la que quiera cenar contigo así.

-¿Estás bromeando?-cuestionó Jimin-Amor, creo que haz gastado todo tu salario.-

-Aquello no importa Jimin, ahora sólo disfruta ¿de acuerdo?-sentenció el mayor.-

Los platillos que Namjoon había hecho que preparaban para la velada de la noche estaban llegando de poco a poco y sin olvidarnos de aquel vino tinto que les esperaba ser consumido.

Sin detalles demás, la velada fue espectacular para ellos, contaron lo que había sucedido en su día y recordaron lo que quisieron recordar, se olvidaron de lo real para vivir en el mundo subreal que desean para ellos mismo. Cuando finalizó la cena, se marcharon y el chofer les llevaba a otra ruta.

-¿Ahora donde iremos Hyung? Pensé que iríamos a casa.

-Jimin, escucha. Olvídate de la rutina, olvídate del mundo ¿vale? ahora sólo enfocate entre tú y yo, al menos está noche.-sus pupilas se mostraban tan oscuras en ese momento quedando a un Jimin sumiso viendo aquellos orbes oscuros ante la luz de las farolas que habían en las calles. -

La nueva ruta de trataba de una cabaña que quedaba a unos kilómetros de la ciudad, Jimin empezó a preocuparse, no había traído ropas consigo definitivamente no había preparado nada pero confiaba en Namjoon, se olvidaría de los conflictos y sólo disfrutaría.

Se bajaron del coche y entraron a tal cabaña, los focos estaban apagados.

-No te muevas de allí, Jimin. Iré a encender las luces-Espetó namjoon.-

Las farolas habían sido encendidas y Jimin sólo observó el camino de rosas debajo de sus pies que los guiaba hasta el baño de agua termales con una vista a la Luna preciosa.

-Namjoon definitivamente eres un demente.-

Claro definitivamente era un demente gastando todos sus ahorros en una velada con el amor de su vida.

-Soyons un dans la vie, est-ce qu'on se marie?-Hablo Namjoon con un francés muy bien pronunciado y con una sonrisa en sus labios. -

-En coreano por favor.-Jimin se intimidó.-

-Seamos uno en la vida ¿Nos casamos?-el mayor lo tradució.-

Jimin suspiró profundo y sus ojos se abrieron a lo grande cuando escuchó tales palabras. Saltó de emocion hacía el contrario y soltó audibles "¡Sí!, ¡definitivamente sí!"

Sabían que aquello en su país era cosa de otro mundo no era aprobado por la ley y los ciudadanos pero Namjoon creía que un papel no definirían si eran esposos o no, si se amaban a no.

Para ambos había sido la mejor velada que habrían tenido. Con propuestas, con besos y caricias encantadoras.






FIN♡


NAMMIN || ILLEGAL DIMPLE - finishedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora