Londres, 1965.
Louis:
Todos dicen que el peor adiós de la vida es el que no puedes decir, el que se quiebra antes de salir.
Nunca creí en eso hasta que paso, verte subir al tren con todas tus valijas, dando a entender que no volverás, eso me destrozó.
Aquél adios que solo con tu mirada podias mostrar, cuando esta se muestra cristalina y tu sonrisa sea vacía.. después de ello no hay vuelta atrás.
Ya han pasado varios meses y tu sonrisa en algún momento paso de
ser lo más bonito a ser sólo un recuerdo que me trae lágrimas.
No vale la pena decir que ya no te
extraño, que ya no me hace falta
hablar contigo hasta altas horas de
la noche, que no espero recibir
una carta tuya después de
tanto tiempo, que no te amo. Porque eso sería mentirme a mi y ya no vale la pena.
Y mírame, de nuevo hay lágrimas en mis ojos y dolor en mi corazón. ¿Es muy temprano para irme? Porque mi alma no puede aguantar
más, no puede y tampoco quiere hacerlo.
Me siento triste y en agonía, lloro en silencio porque nadie parece darse cuenta, ¿Qué hago aquí? ¿Qué me trajo a este lugar tan frágil y misterioso?
La oscuridad me ha consumido
por completo, y la pequeña luz que solía guiarme, se extinguió hace mucho.
Con mucha sinceridad, Harry. Xx
