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Los disparos quebraban la aparentemente tranquila atmósfera del bosque, los pájaros salían despavoridos de las ramas de los árboles y todos los animales alrededor permanecían desconcertados y alertas. Do Kyungsoo sostenía en sus manos la pistola que había tomado de su padre sin permiso, disfrutando el sonido de la bala al salir del cañón del arma, la vibración al disparar y la adrenalina que corría por todo su cuerpo al sentir el poder que le otorgaba aquel pequeño y letal objeto con el que cometió su primer asesinato.

El policía iba persiguiendo desenfrenadamente a tres hombres, tenía una pistola en mano pero ningún disparo salía de ella. Ya se ocuparía después de averiguar quién de sus colegas había olvidado cargarla. A lo mejor fuese una broma, cualquiera podría haberle cambiado su pistola usual por esa…”no es el momento, concéntrate” se recriminó el policía. Mientras tanto, aquellos a los que perseguía parecía acabárseles la racha de suerte. Sus pasos se volvían cada vez más torpes. y el peso que llevaban encima no mejoraba la situación. “Los tengo.” recuerda haber pensado.

Pero no advirtió un par de ojos enormes que seguían sus movimientos. Kyungsoo, desde la distancia, se aseguró de que no había más policías siguiendo a los tres hombres y apuntó su arma. Ya había disparado antes pero nunca a una persona, siempre disparaba al aire o a animales por diversión, o para amenazar a quienes robaba, pero ninguna de sus municiones había perforado alguna vez a un ser humano. Apretó el gatillo, y le sorprendió la facilidad con la que lo hizo, no sintió remordimiento. ¿Por qué iba a sentirlo?  no era más que otro corazón que dejaría de latir, ¿qué diferencia había, pues, entre ese hombre desconocido y un pájaro, o ciervo?

El golpe seco del cadáver contra el suelo le hizo saber que en efecto, no había ninguna. Nada de gritos o llantos, simplemente se derrumbó como si de un árbol se tratara. Los tres hombres se detuvieron al escuchar el disparo e intentaron buscar al responsable. Uno de ellos encontró a Kyungsoo tras un árbol con el arma aún en mano, se aproximó al chico de ojos de lechuza como si se acercara a un animal salvaje por miedo a terminar como aquel policía. Avanzó con pasos cortos, con las manos en el aire para mostrar que no era una amenaza.

-¿Por qué nos ayudaste?- musitó el desconocido.

-Son ladrones como yo, a mí tampoco me gustaría que un policía me atrapara.- “es tan solo un crío” pensó, “un crío que acaba de matar a sangre fría a un policía de un tiro en la cabeza”.

-¿Crees que somos ladrones?.- Kyungsoo asintió. - pues es verdad, robamos la cordura de las personas- respondió el hombre.

Kyungsoo no supo cómo, pero de inmediato quedó claro a qué se refería el hombre, y que lo más probable es que la maleta que llevaba consigo estuviese llena de cocaína u otro tipo de droga.

-Iré con ustedes, puedo serles útil-.  afirmó Kyungsoo, el hombre no se atrevió a contradecirlo, no cuando el chico tenía aún en sus manos el arma con la que minutos antes había asesinado al policía. Además, acababa de hacer demostración de unas excelentes habilidades de puntería y discreción.

-¿Estás seguro que quieres hacer parte de este mundo así como así?- indagó el hombre de maneda gélida, el chico no parecía tener más de 16 años y sus ojos aún tenían rastros de una inocencia perdida hace mucho, el hombre de cierta manera no quería arrastrarlo hacia todo aquello, pero él les había salvado el pellejo aunque realmente no se encontraran en mayor peligro. Kyungsoo continuó sosteniéndole la mirada, como si con ella fuese a obtener la aprobación que estaba buscando.

-Está bien.- exclamó el hombre con resignación.-voy a dejar que vengas, pero te advierto que no habrá marcha atrás... y por cierto, mi nombre es Kim Jongin.

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Kim Jongin llevó a Kyungsoo a la oficina del jefe de la organización donde el  menor aspiraba trabajar, Park Chanyeol se encontraba tras un escritorio analizando a Kyungsoo de pies a cabeza, la mirada inquisitiva de Park era intimidante pero Kyungsoo no se inmutó en lo absoluto.

God Knows I Tried▪ChanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora