Salí de mi casa, eran las seis de la tarde, y me dirigía a la gran plaza, buscando un rato de diversión y esparcimiento, para llegar ahí, debo tomar un camión y el sitio donde lo tomo, está a cinco minutos de mi casa, cuando por fin llego, me encuentro con una anciana, estaba sentada, con las piernas cruzadas, en la banca de la parada del camión, llevaba un vestido blanco de holanes negros, unos zapatos negros y algo cuadrados de la punta, y en la cabeza, tenia puesto un gran sombrero negro, la anciana estaba fumando y recargaba su brazo derecho sobre su pierna izquierda, se veía muy mayor y los dedos de sus manos estaban arrugadas y huesudas, el primer pensamiento que tuve al verla, fue; hmp, será que eso estaba de moda en su tiempo y ahora quiere revivirlo, aunque, se notaba como si estuviera esperando a alguien, momentos después, llegó mi camión, me subí y me fui de ahí, el rato que pasé en la gran plaza fue tan divertido, que ni me acordé de la anciana, cuando regresé, me bajé del camión en frente de donde lo había tomado y cuál fue mi sorpresa al ver que a pesar de que ya eran las diez de la noche, la anciana aun estaba ahí, aun sentada con las piernas cruzadas y como esperando a alguien, no presté mucha atención y curse el puente para pasar la avenida, justo donde está la parada del camión y la anciana, al bajar, paso por donde estaba ella, y no dijo nada, ni la hora me preguntó, en fin, continué mi camino y al momento de cruzar la calle, un sujeto me sale detrás de un auto, empuñando un arma y me dispara, al momento caigo al suelo y solo puedo ver al sujeto huir con mi cartera, en ese momento, la anciana se levanta y camina hacia mí, al llegar hasta donde yo estoy, ya medio muerto, se inclina un poco, y como estaba medio muerto, no pude distinguir bien su rostro, en ese momento, extiende su brazo izquierdo, abre la palma de la mano, y dice; por fin llegas, te estaba esperando, número diecisiete, en ese instante, estrecha mi mano, y yo despierto en el sillón de mi casa, volteo a ver el reloj y marca las cinco cincuenta de la tarde, salgo de mi casa cuando marcó las seis y me encamino hacia la parada para tomar el camión, mientras camino, aun sigo pensando en ese extraño sueño, justo cuando llego, me encuentro con una anciana, estaba sentada, con las piernas cruzadas, en la banca de la parada del camión, llevaba un vestido blanco de holanes negros, unos zapatos negros y algo cuadrados de la punta, y en la cabeza, tenia puesto un gran sombrero negro, la anciana estaba fumando y recargaba su brazo derecho sobre su pierna izquierda, se veía muy mayor y los dedos de sus manos estaban arrugadas y huesudas, un escalofrío recorrió mi espina, la anciana al sentir que estaba a un lado suyo, giró la cabeza hacia mí, como el sobrero le tapaba el rostro, solo pude ver su boca, la cual, dibujó una sonrisa, después de sonreírme, volvió a girar la cabeza, ante tal escena, lo mejor que pude hacer, fue regresarme a mi casa, cuando entré, mi hermano me preguntó, ¿siempre no fuiste? y yo le respondí, nah, me dio weba, la tarde transcurrió normal, mi hermano en el play, yo en la computadora, a las nueve de la noche, llegaron mis papas y mi otro hermano y justo a las diez de la noche, escuchamos el sonido de unas ráfagas de balas que provenían de la avenida, sin más que hacer, nos fuimos a dormir esperando ver las noticias al día siguiente; al día siguiente, prendimos la tele y la noticia principal era de una balacera en la avenida donde iba a tomar el camión y también a donde iba a regresar, a las diez de la noche fue, era lo que comentaron en las noticias, el saldo había sido de dieciséis muertos, ¡¿dieciséis?!, pensé, y después me puse a recordar lo que me dijo la anciana en aquel sueño, por fin llegas, te estaba esperando, número diecisiete.
y tu, ¿te has topado con la anciana del cigarro?
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creepys, creepys y mas creepyes
Paranormaleste es un libro con historias de terror que si dan miedo. les van a gustar bueno eso espero