capítulo 4

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Una mañana de Abril, más concretamente el primer día de ese mes, el día de los locos, Akira se levantó con un animo más bajo de lo normal. Como de costumbre empezó hablar con sus "amigos", las gárgolas, las únicas criaturas que le escuchaban y no se mofaban de él. Quería salir de allí, se sentía encerrado y estaba harto de ser siempre en aquel día espectador y no poder disfrutarlo como los demás. Así que convencido, decidió marchar.
Sus "amigas", las gárgolas, le aconsejaron que llevase una capa, pues, su amo, Aleixandre, podría descubrirle. Se puso la capa, agarró una guirnalda que estaba atada a un pilar, y saltó.
Por suerte había demasiada gente en la plaza para que vieran de donde venia y así se camufló entre la gente...

EL MONSTRUO DE NOTRE DAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora