Una visita inesperada

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La noche había caído sobre Mobius hacia ya varias horas y ella ya estaba dormida, hacia bastante frio ya que el invierno se había hecho presente hacia un par de semanas y por lo tanto ella estaba cubierta por una amplia sabana.

TOC TOC

Se escucho la puerta de la entrada ser golpeada, pero ella no se despertó en ningún momento.

TOC TOC

Se volvió a escuchar esta vez un poco más fuerte, provocando que se despertara, con bastante lentitud y pereza talló sus ojos con sueño, giró su cabeza hasta la mesita de noche encontrándose con su reloj.

-las tres de la madrugada-gruñó con algo de enojo, acto seguido se levantó de su cama y cubrió su cuerpo con una chaqueta que había tirada por la habitación. Amy bajó las escaleras con bastante rapidez seguramente debía ser el otra vez, el golpeteo de la puerta volvió a sonar con más lentitud pero con más fuerza-vete, no quiero hablar contigo-dijo delante de la puerta con los brazos cruzados, pero los golpes se volvieron a escuchar aun más pausadamente, curiosamente se escuchaban de la parte más baja de la puerta pero Amy tenía tanto sueño que no se dio cuenta-por favor te pido que te marches-dijo alzando levemente la voz, esta vez solo se escucho un golpe-¡SONIC TE HE DICHO QUE TE VAYAS!-gritó abriendo la puerta de golpe, pero la escena que encontró no era la que esperaba.

-a... ayuda-pedía con una entrecortada voz, Amy se tapo la boca al ver al erizo negro arrodillado ante su puerta con una mano ensangrentada en su hombro izquierdo, empapado y con varias magulladuras por todo su cuerpo.

-Dios mío-agudizó lanzándose contra el erizo de púas rojas y negras-¡Shadow, Shadow, respóndeme ¿Qué te ha ocurrido?!-pedía muy asustada, este tenía la vista apagada y fija en el infinito-¡Shadow!-gritó en su oído llena de preocupación mientras lo zarandeaba, el nombrado movió su vista levemente hacia ella, pensaría que estaba muerto sino la hubiera mirado, entonces el cayó al suelo inconsciente, Amy asustada lo arrastro como pudo hasta dentro de su casa.

Empezó a abrir sus ojos, se notaba cansado y muy débil, miro a su alrededor y encontró una habitación llena de colores pastel y diferentes rosados y rojos, notó que estaba tumbado en una especie de sofá así que intento levantarse pero una dolorosa punzada en el hombro se lo impidió, poco a poco sus recuerdos volvían a él, miro su herida y se sorprendió de verla vendada-por fin despiertas-escucho una fina voz a unos metros de él, al lado del sofá donde estaba acostado estaba la eriza que siempre iba con su rival, esa a la que él llamaba Rose, sentada en un sillón-¿te encuentras mejor?-preguntó acercándose a él, Shadow intento alejarse pero el dolor se lo impedía-no te preocupes no te hare daño-el erizo relajo su mirada y por fin se relajo un poco entre la manta en la que estaba envuelto-¿puedo ofrecerte algo?-pregunto sentándose al borde del cómodo mueble, Shadow se levanto con mucha dificultad con su otro bazo, sentándose así en el sofá.

-no, gracias-dijo con la voz temblorosa, aun debía tener frio pensó Amy.

-vale, pero lo mejor será que entres en calor-lo empujó con suavidad acostándolo de nuevo en el sofá-ahora vuelvo-dijo levantándose con una sonrisa preocupada. Shadow la vio irse por la puerta hacia alguna otra sala, este suspiró con dificultad, había estado al borde de la muerte por su codicia había sido una estupidez por su parte-bien espero que esto te ayude-escucho la voz de la chica de nuevo, la vio cargando una estufa algo grande, pero ella la llevaba con bastante facilidad-bien, aquí tienes-dejó la maquina en el suelo a su lado y la prendió, poco a poco el calor iba expandiéndose por la sala haciendo que el frio se fuera-bien, ¿puedes decirme que hacías en mi puerta, sangrando y todo empapado con el frio que hace?-preguntó con algo de severidad.

Una visita inesperadaWhere stories live. Discover now