Siempre tuve la incógnita de cuál sería mi respuesta, el día en que por ti preguntaran.
Quizás pude contar de los besos bajo la luna, los abrazos con sabor a no te vayas nunca, talvez pude haberle dado ese toque picante que os caracterizaba hablándole de los gemidos que callabamos por no ser descubiertos o quizás pude haber dicho la verdad que eres el amor de mi vida, mi paz, mi tormenta pero sobre todo los únicos brazos a los que siempre llamaría hogar, pude haber dicho el porque mi alma hoy se desplaza muerta por las calles de la vida, más elegí decir que eras un ser humano grandioso, cualquiera que te tuviera sería afortunada y que sí, seguíamos siendo amigos pero que de mi parte ha sido como si nunca hubiera sucedido.
-Havril Antonio
