Crybaby [YOONMIN +18]

Septima Página: Soap

Querido Diario:

Te escribo desde mi pequeño pero funcional escritorio de madera. Dónde siempre he hecho la tarea del señor Min. Donde siempre la hago sin falta o queja alguna, para al menos tratar de ser le fiel en sus mandatos. Pero por suerte en vez de darme tarea hoy, me dio un dulce beso. Un beso que para poder explicarlo mejor se necesitaba estar ahí para verli, sentirlo y amarlo.

Estoy conciente de que no fue uno inocente. No, para nada fue eso. Fue algo que tenía candela, que se podía describir con el color rojo de mis crayones que uso para pintar los lindos unicornios que tanto amaba hacer. Es decir, si no fuera por todo el jabón que tragué mientras me duchaba, mi beso de esta tarde hubiera sido hermoso.

Asi es, aún tengo el sabor del jabón que Jungkook tomó y me obligó a tragar. Pues creí que por ser viernes él sólo se asomaría a ver si todo estaba bien y luego se iría. Pero no fue asi, él abrío la cortina blanca de la ducha mientras el agua salía y chocaba contra mi piel.

"¿Que son esas marcas? Esas que tienes en tu cuello Hermano" había cubierto mi entre pierna al notar que me estaba mirando, cuando en realidad debía cubrir las marcas rosadas que me había dejado mi profesor cuando el beso se fue poniendo excitante.

"K-kookie Y-yo ¡puedo explicarlo! ¿¡si!?" Me apegué yo mismo a la pared fría y mojada para mirarlo con un sonrojo que representaba la culpa y vergúenza de mis actos. Ya podía estar imaginando que clase de castigo me daría al encontrar eso. Estaba tan seguro de que me iba a golpear con fuerza entre esa pared sin pena, pero lamentablemente no fue asi.

Él entró a la ducha y cerró la llave para que no saliera más agua.

"Vamos...explicalo hermanito. Quiero saber como es que esas marcas llegaron a tu cuello. Aunque debo admitir que me decepciona a verlo descubierto yo mismo...creí que teníamos confianza" colocó su mano en la pared, justo al lado mío. Donde pudo acorralarme y dejarme sin salida alguna.

Mi cuerpo estaba temblando por el frio, necesitaba una toalla. Necesitaba tantas cosas en ese momento, pero lo que no tenía era una simple razón o excusa para él.

"Es que..." mi mente no pudo pensar en algo rápido para omitir la situación. "Es que me lastimé muy feo y..." él me inturrumpió.

"¡No te hagas el estúpido! Los dos sabemos que esos son chupetones...y no pudiste hacerlo tu mismo" cada vez podía ver como se acercaba más a mi cuerpo desnudo. "Eres un niño malo Jimin, uno bastante manipulador, ¿Crees que puedes jugar conmigo?, ¿Con mis sentimientos y amor hacia a ti?" Nuestros cuerpos estaban tan cerca que nuestras entre piernas rozaban con gusto. Se acercó a mi oreja y luego susurró con descaro. "Nadie juega conmigo hermanito"

Oh querido diario, de todos los errores de los que te he cometido, este fue el peor de todos. Pues a el piso de la ducha el me sentó y encima de mi se colocó. Con un jabón casi nuevo en sus manos me sonrió y sin piedad alguna como un pastelito el jabón me hizo tragar.

En esa ducha siempre tendré un recuerdo maligno de mi hermano. Mientras que sus dedos se arrugaban por la humedad, mientras que el espejo del baño se empañaba...mientras que él me hacía tragar mis excusas con ese jabón. Ya no sería lo mismo.

•°•Lo siento salir de mi garganta, creo que debería lavar mi boca con jabón•°•