03: Final.

395 43 2
                                    

Hyuk pasó una mano por su rostro para tratar de despertarse, miró a su alrededor sin estar seguro de dónde estaba, le dolía un poco el cuerpo, a los segundos cayó en cuenta de donde se encontraba y con quien, sólo hizo falta girar su cabeza para v...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hyuk pasó una mano por su rostro para tratar de despertarse, miró a su alrededor sin estar seguro de dónde estaba, le dolía un poco el cuerpo, a los segundos cayó en cuenta de donde se encontraba y con quien, sólo hizo falta girar su cabeza para ver a Soomin durmiendo junto a él en esa cama. Verla hacer un puchero mientras descansaba le hizo sonreír, se movió con cuidado sobre la cama para acercarse a ella, apoyando sin miedo su rostro en la espalda de ella y rodear su cintura.

—Soomin —murmuró con los ojos cerrados—. Vamos a desayunar, tengo hambre.

No obtuvo respuesta alguna de la menor, ella siguió durmiendo.

—Minnie —insistió subiéndose un poco más sobre ella para aplastarla.

—Quítate, tonto, estas aplastando mis senos contra el colchón —se quejó intentando sacarselo de encima.

Hyuk se rió por ella pero se movió quedando recostado a su lado, con su espalda contra la cama, él extendió sus brazos dando a entender que quería que se acercara, y ella hizo caso, Soomin se levantó un poco para terminar recostada sobre su pecho.

—Cinco minutos y vamos a comer —aviso el azabache dejando caricias en la espalda desnuda de Soomin.

—Eres tan insoportable —reprochó sin negarse.

—Tampoco tanto —negó riéndose—. ¿Quieres salir o nos quedamos acá?

—Mejor acá, no tengo ganas de cambiarme.

—Siquiera tienes ropa —le recordó llevando una mano a una de las piernas de la castaña para acariciarla.

—Entonces no tengo ganas de vestirme —corrigió subiendo su pierna izquierda sobre las de Hyuk—. ¿Cuándo te pusiste el boxer?

—En medio de la noche, tenia ganas de ir al baño y hacia frío —explicó volviendo a abrazar su cintura juntando sus dos manos—. ¿Quieres que me lo quite?

Soomin se rió por la pregunta pero negó con la cabeza, volvió a cerrar los ojos para descansar sólo unos minutos más, sabía que cuando Hyuk tenía hambre sería casi imposible convencerlo de que esperara, sobre todo si es que era él quien debía cocinar.

—Ya pasaron cinco minutos —reportó moviendo a Soomin entre sus brazos.

—¡No mientas! —exclamó apoyando sus manos en el colchón para poder verlo a la cara—. Estoy segura que sólo pasaron tres minutos, no te hagas el imbécil.

El azabache se rió ante la actitud agresiva de Soomin, le gustaba mucho molestarla para que reaccionara así. Como disculpas se sentó y acercó a la castaña a él para abrazarla.

—Unos minutos no cambian nada, comeremos de todos modos.

—Dos horas son 120 minutos, podemos comer después de eso —señaló divertida colocando sus piernas a cada lado de la cadera de Hyuk.

TequilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora