Érase una vez, una pequeña Sirenita de las aguas del mar Mediterráneo; tal vez pensarán que lo siguiente que ocurrirá sera la típica historia donde encuentra su amor verdadero, pero esa historia es muy cliché, ella prefiere descubrir cosas nuevas...
La Pequeña Sirenita, cuyo nombre era Areta, la cual tenía una inmensa intriga por descubrir aquel mundo que había más allá de las aguas que podía surcar. Un día, pidió a su padre Médano, rey de todo el mar Mediterráneo y primo lejano de Poseidón, que la dejará ir con aquellos pescadores que iban cada día a recoger sus redes en la costa, a lo que él contesto:
- Oye pequeña, eso sería lo más tonto y peligroso que podrías hacer en tu vida- con un tono algo satírico, después de todo no tiene tiempo para atender todos los berrinches y preguntas de su hija.
-Tienes razón papá, pero quiero salir de este lugar, ayúdame ¡por favor!- le dice ella con una mirada que a cualquiera derretiria.
-No te ayudaré- dice un poco tosco- pero te dejaré hacer lo que quieras y que busques la manera más segura para hacerlo- y salio.La verdad no le sirvió mucho lo que su papá le dijo, aunque por ahora ya tenía el permiso de salir del mar. Así que ella decidió buscar la manera para hacerlo, así que emprendió su búsqueda, o como sea, ella sólo quería explorar aquel mundo en el que nunca había estado.
Lo primero que hizo fue observar el cielo, y notó como las gaviotas volaban por todas partes, así que intentó volar; primero intento saltar fuera del agua, tomando impulso desde las profundidades para dar un salto grande y así tocar el cielo, pero al hacerlo no logró salir mucho ni seguir suspendida en el aire, y al caer el agua golpeó su cuerpo; pero no se rindió, así que pidió el favor a las gaviotas que la sujetaran con sus patas y la sacarán, lastimosamente no entendían y sólo picotearon su cabeza.
Así que fue hasta la costa, donde vio que los cangrejos salían, o entraban, era difícil de deducir; su primer intento fue arrastrarse por el suelo, pero las piedras y la arena rasgaban su piel y quitaban sus escamas, y pedirle el favor a los cangrejos, ni riesgo.Se sentía algo frustrada, así que se sentó a la orilla del mar, hasta que vio que a lo lejos estaba una hermosa chica con cabello castaño contemplando el mar tanto como ella contemplaba la tierra, así que decidió conocerla.
Tal vez Areta no es la mejor presentándose, pues saltó del agua encima de ella, lo impresionante es que está joven no se asustó ni un poco; desde entonces sabía que ella le ayudaría, así que hablaron, se presentaron, por cierto su nombre es Annie; y contaron sus más grande sueños:-Annie, siempre he querido salir a explorar tu mundo y lo intente, pero fracase- dijo la pequeña Sirenita con un tono triste pero con mirada pícara.
-Sabes, yo igual quiero conocer el mar- dijo Annie reconociendo que sería su oportunidad- Pero trate de sumergirme pero sólo duró 5 minutos y tratar de guardar aire en cofres bajo del agua es casi imposible.En este momento Areta propuso a la hermosa chica ayudarse mutuamente para lograr sus sueños, así que las dos ya estaban unidas para lograrlo.
Pero tras múltiples intentos, obviamente fallidos, ninguna de las dos pudo hacerlo, Areta no se rindió y propuso una última cosa a su amiga:-Me preguntaba...- mirando detenidamente las piernas de la chica- si tu necesitas algo que te impulse por el mar y yo algo que me ayude a recorrer todo el mundo, ¿qué tal si intercambiamos nuestra parte inferior?.
La chica miro un poco desconcertada a la sirena, pues es algo muy loco, nunca había visto hacer algo así a nadie, además tenía que renunciar a sus piernas, además de su familia y toda su vida; pero después de unos minutos de una lluvia de inquietudes y preguntas, se dio cuenta que era la única opción para poder cumplir su sueño.
Así que se pusieron en marcha, consiguieron los cuchillos más filosos y algunas agujas e hilo para cocer sus partes nuevas a su cuerpo.
Entonces se armaron de valor y renunciaron a su antigua vida y comenzaron a cortar; Annie empezó cortando su pierna izquierda, mientras que Areta sólo tenía que cortar su hermosa cola. Era muy doloroso, salía demasiada sangre, pero ese sueño era su motor para hacerlo.
Ya Annie llevaba la mitad de su otra pierna, pero lastimosamente la pérdida de sangre le jugó sucio y empezó a caer poco a poco frente a los ojos de su amiga. Areta estaba destruida, no pudo creer que su plan haya costado la vida de su amiga, pero ya había cortado su cola y no tuvo de otra que cortar ella misma la pierna de su amiga. Y así fue, ya tenía las dos piernas, así que las cocio a su cuerpo y empezó a caminar, al principio fue imposible pero lo lograba poco a poco, no tan perfecto pero que más podría pedir.Y así fue como la pequeña sirena pudo salir del mar, estaba dichosa, nunca creyó que su plan funcionaria, y siguió adelante. Todo era hermoso y nuevo ante sus ojos, pero la vida le jugo sucio, pues su cuerpo no estaba diseñado a estar demasiado tiempo fuera del agua y su piel se secó hasta agrietarse, además su vida no estaba destinada a vivir fuera del agua, y mientras trataba de alcanzar un pequeño arroyo cayó por un acto fulminante de su corazón, dejando a la Sirenita acostada eternamente en el sueño, que aunque lo alcanzó, no pudo disfrutar...
FIN.
"No estoy muy seguro del fin de esta historia, pero podría decirles que deben alcanzar sus sueños, ya ustedes verán de que manera lo hacen, pero tengan en cuenta que el Karma los está observando."
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Chicos así termina la primer historia, espero les guste y pues si quieren dejan su comentario de como les pareció y pueden seguirme y compartir, hasta la próxima historia, espero sus opiniones.
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Cuentos Cortos de Un Chico Desesperado
RandomUna serie de cuentos, que por ahora no tienen muchas cosas relacionadas pero pueden llegar a serlo, seran unas historias tal vez un poco raras, por ahora es lo único que se me ocurre decir, podrán pasar, ver que tal están y decir que opinan... ¿quer...