Between yin & yang

C a p.2

Estúpido Zayn Malik. ¿Era idiota o qué?

Después de sus palabras se alejó hacia su mesa.

-No le hagas caso, Sam- le dije llamando su atención –Es idiota- dije para luego dirigir mi mirada hacia el morocho, que aparentemente, me observaba con media sonrisa y ceño fruncido

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Ya había terminado el instituto por hoy y nos encontrábamos fuera de este decidiendo a donde ir a comer pero mi mirada fue parada en Sam, que se encontraba esperando a que le recogieran supongo.

-¿Podemos invitar a Sam?- dije sin quitar mi mirada de Sam

-Por mí vale- dijo mi mejor amiga

-Y por mí- dijo ahora el rubio

Ahora solo quedaba que Louis aceptara. Le miré con cara de cachorrito y al final aceptó. Esa carita nunca falla.

-Está bien…- dijo mi amigo- ¡Sam! –le gritó

Sam medio confuso vino hasta nosotros

-¿Quieres ir a comer con nosotros?- preguntó Louis

-Ehh.. No sé.. ¿sí?- respondió éste

-Genial- le dije dándole una sonrisa, que este me devolvió al instante

Al final decidimos ir a una pizzería a la que no íbamos hace mucho tiempo.

-Que cambiada está la pizzería- dije asombrada

Nos sentamos y pedimos tres pizzas. Cuando nos las sirvieron no evitamos comer como animales, las terminamos sin rechistar, el más que había comido era Niall, como no.

-Niall, ¿cómo pudiste comer tanto?- exclamó Sam con los ojos bien abiertos

Sam ya era un amigo más en nuestro grupo, era divertido, muy divertido además de simpático.

-No te extrañes Sam, éste se puede comer el supermercado entero y quedarse con hambre- dijo Geneva

Todos reímos a carcajadas menos Niall, que se hacía el ofendido.

-Hey, no se pasen- dijo Niall poniendo morritos

Pero el sonido de unas motos nos llamó la atención

-Joder…-masculló Louis

La pequeña campanilla que avisa que la puerta se abre sonó revelándonos a Zayn y su pandilla riéndose.

Pero aquella risa fue sustituida por silencio y una sonrisa por parte de Zayn.

-Oh, pero fíjate quién está aquí, el pequeño niño del barro- dijo Zayn mientras sus amigos reían -¿Tu mami ya te lavó toda la ropita? No te vayas a ensuciar

Sam solo podía estar cabizbajo, yo, en cambio, no dejaba de mirar al morocho

-¿Y tú que miras?- ahora el moreno se dirigió a mí.

-A un idiota al que le remplazaron el cerebro por una nuez- yo sentía las patadas de Louis por debajo de la mesa, pero no me iba a detener.

-Oh, mirad, una valiente- dijo la pelirroja de Melissa cruzándose de brazos

-Cállate Mel- le dijo Zayn serio -¿Y tú?¿Cómo te llamas?- me dijo ahora a mi mirándome fijamente a los ojos. Dios, esos ojos miel que me gustaban tanto…

-Caitlin- respondí seca

-Un gusto- me extendió la mano –Zayn Malik

-El gusto no es mutuo- dije cortante sin darle la mano

Podía sentir las miradas de mis amigos en mí exigiéndome que no hablara más de la cuenta

-Mm... Rebelde, me gusta- dijo el ruludo de ojos verdes con las cejas levantadas

Al segundo, Harry se encontraba en el suelo por el golpe que Zayn le había dado, éste ahora estaba con una sonrisa cínica en la cara. Sus ‘’amigos’’ no hicieron nada, siguieron en su postura estática.

-No, no te gusta- siguió con esa sonrisa y sus puños apretados –Vámonos

¿Qué había pasado?

-Ha sido un encanto, Caitlin, pero me tengo que marchar- el morocho dejó un beso de mi mejilla y se fue seguido de sus amigos.

Mis amigos me miraban horrorizados

-¿Qué mierda fue eso?- dijo Louis sin poder creérselo

-Gracias- susurró Sam

-¡¿QUEEEE?! ¿GRACIAS?- gritó Louis enfadado -¿Sabes quién es ese? Zayn Malik, Si no estuvieras aquí, ese tipo no hubiera hablado con Caitl

-Cállate Louis- le exigí – Él no tiene la culpa de que ha esos idiotas les guste molestar

-Pero...

-No hay peros

-Está bien, lo siento Sam- se disculpó –No debí haberte gritado

-No pasa nada- dijo Sam sobándose la cabeza –si parte de la culpa es mía

Seguimos hablando normal hasta que se nos hizo tarde, Louis, que era el único que sabía conducir, nos llevó a nuestras casas respectivamente.

Primero, Niall, luego Geneva, Sam y ahora solo quedábamos Louis y yo.

Estábamos en silencio pero Louis rompió el hielo

-Perdón por lo de esta tarde

No sabía de qué estaba hablando, y él al ver mi cara prosiguió

-Por gritarle a Sam, no era su culpa

-Ah, no pasa nada Louis- le sonreí

-Cait- ahora tartamudeaba –te-tengo que decir una cosa

-Dime- dije insegura

-M-me gustas desde hace bastante- no me pudo mirar a los ojos y yo no sabía que contestarle así que solo cogí su barbilla y acerqué sus labios a los míos, uniéndolos y dejándonos llevar, sus labios cálidos encajaban con los míos fríos por el tiempo llegándolos a calentar.

Nos separamos por falta de aire, Louis, con las mejillas sonrojadas solo pudo decir –woah-.

Yo reí por su timidez y junté nuestros labios una última y rápida vez para luego salir del coche y adentrarme en mi casa.