Avatar : La Leyenda De Jack

Agni Kai

Hiccup estaba entrenando en su barco, en la cubierta del mismo para ser específicos. Hacia movimientos básicos de Fuego Control por decisión de Gobber, Hiccup sabía que no tenía la mejor condición física por lo cual no le exigía a su tío postizo nuevos movimientos o mas entrenamiento, siendo sinceros preferiría pasar el tempo en la forja produciendo distintas armas o invenciones suyas, Gobber lo observaba de lejos con una ligera sonrisa pues Hiccup era un buen y paciente estudiante, el apreciaba esa característica de él.

-Muy bien.- Lo felicito Gobber, complacido con el chico.- debes mejorar un poco en la postura, la tienes un tanto floja. Además, recuerda que el poder de un Maestro Fuego no proviene de sus músculos o de la fuerza, lo que es una buena ventaja para ti, sino más bien de nuestras respiraciones lo cual nos ayuda a focalizar nuestro Chi para generar fuego.

Hiccup sonríe sin decir mucho, era una sonrisa leve la cual desapareció brevemente para adoptar una mirada en su rostro neutral, sin expresar mucha emoción mientras piensa en su pelea con Garfio, y en como él lo distrajo de enfrentarse al Avatar, a pesar de que ya había decidido no hacerlo, su pelea con Garfio no le permitió ver en qué dirección se escapaban el trió del Equipo Avatar, como había decidido llamarlo. También debía de ser cuidadoso, no se recordaba haberle revelado nada a Garfio pero no podía revelar a cualquiera que él avatar estaba vivo, así que si quería indicaciones debía de pedirlas con sumo cuidado de no revelar ningún detalle ya que la gente iría tras él, y no se podía permitir que alguien más lo atrapase.

Gobber miraba con pesar al muchacho frente a él,  lejos estaba de aquel muchacho juguetón, bromista y cariñoso que solía ser, si bien de a ratos atisbaba una muestra de su antigua personalidad se esfumaba casi al instante, lo único que permanecía fiel era su ironía y su sarcasmo, todo eso consecuencia de las marcas de Drago en su cuerpo, , esas quemadoras de su fuego le dejaron una marca tanto física como emocional. Gobber quería partirle la cara al Señor del Fuego por herir a su sobrino, y aun más a Stoico por no haber hecho nada al respecto., y también a sí mismo por la misma razón. El solo esperaba que de alguna forma, Hiccup pudiese volver a encontrar la felicitad que se le fue revocada.

Hiccup y Gobber encallaban en uno de los puertos del Reino Tierra, con las esperanzas de poder tener información nueva sobre algún chico de cabellos blancos rondando por aquí y por allá, aunque sabían que era como buscar una aguja en un pajar. Gobber buscaba nuevos materiales para su trabajo de Herrero mientras que Hiccup se encargaba de preguntar a personas si vieron de casualidad a ese trió particular.

Eventualmente el par de Maestros fuegos regresaron al bote notablemente exhaustos por pasar todo el tiempo moviéndose de aquí para allá, aunque Hiccup estaba aun mas enfadado y frustrado que exhausto, lo cual no mejoro cuando llego a su barco y vio que había alguien que no tenia planeada ninguna visita.

-Viggo!; que haces aquí? No que nos moleste tu visita claro está, pero siempre es bueno venir con alguna especie de previo aviso.- Gobber habla claramente sorprendido por la inesperada visita

-Porque debería? No es como si ustedes fueran alguna especie de tripulación importante después de todo, son la tripulación de un príncipe exiliado y de un ex comandante ahora herrero.- Viggo habla con diversión en su voz lo cual hace que le de un tic en el ojo a Hiccup pero trata de disimularlo.- Y, díganme, que tal han estado sus días? Espero que interesantes al menos.

-Puesss, han tenidos sus altibajos.- Gobber interrumpe antes de que Hiccup pueda comentar algo de lo que probablemente termine arrepintiéndose.- Pero en general nos ha ido bien

-Oh, de veras? Porque estuve hablando con la tripulación, y dicen que tuviste al Avatar en tu custodia, y lo dejaste escapar, dos veces no solo una.- Viggo habla acercándose a Hiccup, caminando con algo de arrogancia quizás, pero también elegantemente, no perdiendo su postura.- Como crees que le sentaran al Señor del Fuego Drago, o incluso a tu padre, esas noticias?.