El Túnel

Como cada semana, mis amigos y yo cogíamos el camino de piedra que pasaba por debajo del viejo túnel. Era un camino bastante angosto y traicionero, al menos, comparado con la nueva calzada de asfalto y el enorme puente que habían construido para cruzar la carretera. Pero a nosotros nos seguía gustando pasar bajo el pequeño túnel vagamente iluminado, ya que era el camino más corto para llegar a la plaza.

El túnel había sido precintado hace poco porque decían que era antiguo e inestable, pero nosotros sabíamos que al día siguiente lo iban a destruir, así que queríamos pasar una última vez bajo él y tocar sus rugosas paredes. Mi amigo Maxi llevaba días enfermo y sin venir a clase, por lo que me pidió que le sacara una foto antes de que lo destruyeran. Lo hize.

Probablemente no fuera nada, pero yo llevaba alrededor de una semana sintiendo una extraña sensación que oprimía mi pecho. Sentía que algo malo iba a pasar, aunque no pudiera explicarlo.

Mis padres me habían dicho que iban a volar el puente antes de lo previsto, al anochecer de ese mismo dia. Ellos lo sabían porque ambos trabajaban en el Ayuntamiento y me avisaron para que no pasara por allí. El día siguiente transcurrió tranquilamente, pero cada hora que pasaba hacia que me sintiera más tenso. Yo ya había avisado a mis amigos en clase para que no se les ocurriera pasar por el túnel esta noche. Todo el mundo había sido alertado pero...¿Por qué me sentía así?

Me había acostado temprano porque al día siguiente teníamos clase. Estaba tumbado en la cama intentando dormir...y de pronto caí. Se oyó un ligero sonido lejano, como si fuera una explosión amortiguada. El túnel desapareció. A la mañana siguiente, mientras desayunaba, la policia se pasó por mi casa ya que sabían que yo era amigo de Maxi. La noticia fue como un puñetazo para mi. Al parecer Maxi había ido a despedirse del túnel anoche.

No le avisé. Se me olvidó. Maxi murió por mi culpa.

Este es el relato de mi crimen.