—Jimin, no quiero verte fuera de mi habitación.
—Y-yoongi, lo lamento de verdad, yo no se lo que me paso solo..
—Maldita sea no quiero tus disculpas. Por décima vez, vete joder. No quiero saber nada de ti, ¿me escuchaste? —El menor bajo la mirada asintiendo. Salio de aquella habitación hecho trizas, sabia muy bien que lo que hizo estaba mal, pero aveces, es difícil controlar a un corazón que se exige un poco de atención y cariño.
Por otro lado, Jungkook se encontraba hecho un mar de lágrimas ¿Acaso nunca fue feliz a su lado? ¿De verdad fingía amarlo? No. Yoongi siempre le demostró su cariño, su actitud no era la más perfecta, pero nunca cambiaba ese brillo en sus ojos cuando lo miraba, su calidez seguía ahí, tal vez lo que necesita era hablar con él.