En una noche fría de invierno nació una pequeña llamada Ruth.
Nació sólo con su madre, Mariam, porque su padre, unos meses antes de nacer, murió en un accidente de tráfico.
A Mariam, al principio le afectó mucho la noticia de su marido, ya que lo quería mucho y era aquél que siempre le apoyaba en todo.
A pesar de que estaba embarazada, Mariam empezó a beber y a tomar drogas sin parar cuando se enteró de que su marido había fallecido.
Las bebidas y las drogas trajeron consecuencias, un mes antes de nacer Ruth, le dijeron que venía con una enfermedad. Mariam les pidió ayuda a los médicos pero no pudieron hace nada.
Cuando nació Ruth , Mariam se encontraba muy asustada ya que tampoco tenía a nadie que la apoyara ni que la tranquilizara, estaba sola, sin familia ni amigos ni nada.
Los médicos se sorprendieron porque en la sala sólo estaban ellas dos, Mariam y su hija Ruth.
Un médico se dirigió hacia Mariam y le dijo:
-Hola, ¿Hay algún familiar o amigo fuera? ¿Le digo que entre?
-No, - respondió Mariam casi con la lágrima caída - no ha venido ningún familiar.
-Vale! Si necesita ayuda me avisas. - dijo el médico muy cariñoso.
Mariam miró fijamente a Ruth y le dijo:
- Pequeña, yo te sacaré adelante, te lo prometo. Seré una madre soltera, pero nadie te querrá más que yo. Eres enterita a tu padre, cielo. Tienes sus bonitos ojos de color caramelo, su pelo ondulado, su nariz pequeño ta y su grande sonrisa con la que a mí me enamoró.
Mientras le decía eso, le dio un abrazo y un beso en la frente.
Mariam se quedó dormida con Ruth en sus brazos. Estaba muy cansada.
Al amanecer del día siguiente se escucha los lloriqueos de Ruth. Tenía hambre y necesitaba comer. Como Ruth no tomaba del pecho de su madre, Mariam le tenía que dar biberón.
Mariam, mientras Ruth se bebía el biberón , la observaba fijamente y a la vez le salía una sonrisita.
La verdad es que Ruth era una niña muy buena, no le daba ruido a su madre.
Llegó la hora de recoger todo lo que tenían en el hospital porque se tenían que ir para casa. Todo había salido bien, y los médicos le dijeron que ya se podían ir a casa.
Cuando pasaron varios días en su casa, vinieron los problemas, las consecuencias de todo.
Mariam se encontraba muy mareada y angustiosa. Y Ruth lloraba demasiado, todos los días tenía fiebre y casi nunca bajaba de los 38°.
Mariam pidió ayuda a uno de sus vecinos, Miguel, y él, al ver la situación en la que estaban , llamó urgentemente a una ambulancia.
Mientras venía la ambulancia , los vecinos intentaban calmar a Mariam, aunque Ruth lloraba cada vez más.
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~Más allá de los sueños~
AventuraEsta historia se basa en una niña que ha tenido una mala infancia por parte de su familia, pero poco a poco, conforme va creciendo se va dando cuenta de cómo es la vida y todas las cosas que le quedan por vivir. En esta historia te das cuenta de que...