LA MAÑANA DEL COMIENZO

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Me desperté asustado esa mañana por tan terrible sueño, esto se repetía desde el día en aquel restaurante en la mano de la mano de la angélica, pero era diferente a cada noche ... Mire al espejo que estaba al lado del ventanal que mostraba la puerta y el otro lado de la cama pero ella no estaba solo el anillo... se habría ido con él, lo juro. Me pare de la cama mas mis piernas no dieron respuesta y solo veía un manto de niebla que cubría todo New York. Me apoyé sobre mis manos, corrí por toda la casa hasta llegar al  umbral de la puerta que ya hacía ahí entreabierta, el ventanal estaba destrozado y dando el último suspiro este tiró los pedazos de vidrio que quedaban. 

Tomé una botella de cerveza que estaba entre los pedazos de vidrio pero este estaba en buen estado, me tiré en la acera de la calle, abrí la botella y bebí lo más rápido posible, sentí que me atragantaba más no me importaba, igual que nada bueno iba a pasar ahora ... sentía las gotas de aquel brebaje caer sobre mi cuello, termine de beber, me sequé los labios. Agarre la cerveza mientras la presionaba fuertemente,Quería desahogarme; me observe en el vitral de una tienda que estaba enfrente, comencé a reír cinicamente mientras veía mi patético estado. Más el ruido de la botella me detuvo pero seguí, sentía los vidrios meterse dentro de mi piel asi que que abrí mi mano y deje la sangre correr.

Sentí los llantos de un niño pequeño que provenían de dentro de la casa, me pare mas yo ya estaba en una apariencia desagradable,entre a casa, el llanto se hacia mas fuerte me acerque al comedor y  lo encontré debajo de la mesa su rostro estaba sucio tenía una camisa rota con un overol de jean, se encontraba en forma fetal.

-No tengas miedo- dije, le di mi mano en son de ayuda. Tomo mi mano mientras sentía su confianza florecer, el solo me abrazo y me jalo del brazo.

-Solo sígame- me dijo entre lágrimas soltando una sonrisa al seguirlo. Nos estábamos dirigiéndonos al camino de la estación.Corria tan rapido que cayó sobre una acera golpeándose la frente, lo cargue rápidamente sabiá que al girar la cuadra estaría un hospital lo deje a cuidado de una enfermera dándole unos 100 dólares para que se encargará del pequeño.

Corrí hacia hcai las vías del tren, un policia me escolto hacia el último carril del tren, me quedé pasmado viendo a un chiquillo de unos 16 años tirado en la vía sobre un charco de sangre este llevaba un vestido blanco de esos que usan las niñas para dormir, en su rostro no tenía los ojos, deduzco que esto había pasado anoche parecía que un ave carroñera se le hubiera acercado agregando que poseía rasguños en su vientre bajo, tenía un hoyo en el corazón que es donde de ahí brotaba la sangre, sus extremidades habían sido mutiladas y estaban cerca a su cabeza mas su falo no estaba con sus resto...



¡MALDITA SEA TU MUERTE!Where stories live. Discover now