Los días pasaron, y mi madre comenzaba a actuar extraña, yo no le volví a hablar del viaje ni del regalo, simplemente me puse el collar que mis padres me regalaron y continué yendo al instituto y haciendo mis deberes.
El miércoles por la mañana recibí el email de mi padre. No era para nada lo que esperaba recibir.
Querida Bridget, mi pequeña,
Primero que todo, Felicidades. Me alegro de que te haya gustado el collar. Sabes que me encanta guardar secretos, pero esta vez te voy a desvelar uno: Ese collar lo cree yo, es MUY especial, así que llévalo puesto siempre.
En cuanto al viaje de París, no puedes ir.
Te quiere, Papá.
Cerré el portátil de un portazo, me tumbé en la cama y me puse a llorar. Nadie me apoyaba todo el mundo se pensaba que era una cria aun. Me daba todo igual, iria a ese viaje. Me sequé las lágrimas y llamé a Drew. Tenía más amigas, con las que salía y Drew también tenía mas amigos, pero siempre acudíamos el uno al otro con todas nuestras dudas y problemas. Nos hicimos mejores amigos.
– ¡Hola Brid! – dijo contento.
– Hola Drew… – susuré
– Cuentame, vamos. Por ese tono de voz, algo no debe andar muy bien.
– Mi padre no quiere tampoco que vaya a París.
– Em…¿y el problema cual es? – dijo riéndose
– Drew, no puedo ir. – y comencé a llorar de nuevo.
– Brid, deja de llorar. Claro que puedes ir, eres mayor de edad. Siempre has sido una niña buena que ha obedecido a sus padres, por una vez que hagas alguna locura no te van a echar de casa, y si te echan te vienes a la mia. ¿Ves? Todo tiene solución.
– No estas bien de la cabeza Drew – dije limpiándome las lagrimas. – Bueno tengo que irme a cenar, hablamos mañana. Un beso.
– Un beso pequeña.
Así pasaron los meses, Drew logró convencerme de hacer ese viaje a espaldas de mis padres. Cuando ya estuviese en el avión no podrían hacer nada. Mi padres en julio sería cuando estaría en casa. Perdería unos días de estar con el pero los recuperaría cuando llegase. Mi madre volvió a ser la misma madre feliz de siempre y yo estaba más feliz aun por que cumpliría mi sueño.
Era la noche antes de irme, tenía hecha la maleta debajo de la cama y me metí en la cama vestida con la ropa para irme al otro día. No pude dormir nada en toda la noche. A la mañana siguiente noté como el móvil vibraba, señal de que Drew estaba esperándome en la puerta aparcado. Cojí la maleta, me aseguré de que mi madre estaba dormida, le dí un beso y le deje una nota justo en su mesita de noche.
Te quiero. Pero voy a ir a París y cumplir mi sueño.
No te enfades, Bridget.
Mi padre llegaría en tres días, por lo tanto nadie podría hacer ya nada. Subí la maleta en el maletero de Drew y me subí yo en el asiento del copiloto.
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Más que hermanas
Science FictionSoy Bridget, una niña completamente normal, hasta que cumplí los 18, me fui a París y conocí a mi "semi-hermana". Bianca Milano, rubia pero completamente igual fisicamente a mí, tenemos madres distintas, fuimos fruto de un experimento cientifico cre...