Comenzaste a perder peso, tu nariz ya no era húmeda, tu ladrido comenzó a perder fuerza, ya no te subías a la cama, eras extraña, quizás los años, pensábamos.
Pasaron dos meses y tu seguías igual, pero ahora ya no caminabas, dormías mucho, tu gran apetito cambio y comenzaste a alejarte de mi, estuviste más al lado de mis padres que del mio, ya no dormías como de costumbre conmigo, esquivabas a tu hija, ya no me saludabas con las mimas ganas de antes, ya no corrías a saludarme, en pocas palabras eras muy cortante conmigo.
No lo entendía, no entendía por que habías cambiado tan repentinamente, yo quería que fueras la misma, pero era algo inútil.
Salias a la calle, pero no corrías, no caminabas tan rápido, y yo te obligaba, no sabia que era lo que te pasaba y ahora lo entiendo.
Tu mirada ya no era la misma, no tenias tu ternura, y tus ojos café estaban cubiertos por una capa azul, si se puede decir, comenzaste a perder la visión.
Una madrugada mi madre te quiso dar un pedazo de pollo pero no lo olfateaste ni viste donde quedo, mi madre se dio cuenta que estabas ciega, espera, ¿qué?
¿Como era posible?, te llevaron en la mañana a una veterinaria (que ahora odio cada vez que la veo), te hospitalizaron todo el viernes 31/AGO/2018, yo no podía estar tranquila te escribí un poema;
Siente mi presencia a tu lado
Siente como acaricio tu carita de Ángel
vive mi manos en tu suave piel
recibe mis besos de amor
te abrazo cariño
todo en mi es para ti pedazo de cielo
quédate a mi lado
y disfruta todo lo que mi alma
te brinda.
Fui a recogerte al veterinario, caminabas desorientada, y estabas peor.
El Veterinario, comenzó a explicarme que tenias diabetes, que tu vida no seria como la de antes, que ya no podrías salir, que tu comida cambiaría, teníamos que estar inyectándote medicina para mantener estable tu azúcar, tu vida no seria la misma. El doctor me dijo que ya no volverías a ver, tampoco podías correr por un problema en tu cadera a raíz de el accidente que tuviste.
Desde entonces sentí que mi vida se estaba cayendo, y mi pecho me ardía, comencé a llorar, mi madre me abrazo y el veterinario me dijo que te tendría por dos años más, ¿DOS AÑOS?.
Le prometí al cielo, que te daría lo mejor de mi, así yo no tuviera mucho para ofrecerte, estaría para ti, como tu muchas veces lo estuviste
Tu subí al carro, no pesabas mucho. Llegue al apartamento y Lupe, te recibió con muchos saltos y se pego a tu teta.
Recuerdo que toda la tarde me acosté contigo, así tu solo durmieras, te dije lo mucho que te amaba y lo mucho que me importabas y sobre todo todo lo que me estaba proponiendo para tenerte como la reina que eras.
No quisiste comer esa noche de sábado.
Mis padres el domingo me dijeron que me podía quedar con tu hija, ya que era lo único que tendríamos de ti.
Comencé a negarme, pero mis padres solo sabían decirme que ibas a vivir que le pusiera fe.
Ese domingo 2 de SEP, oliste la comida y vomitaste, solo bebiste agua.
Me sente a tu lado consintiendo tu pelaje y te dije:
- Tu eres mi pedazo de cielo, siempre lo seras.
Y moviste tu cola por primera vez en los últimos días.
Dormí contigo las primeras 3 horas de la noche, pero tu te levantaste y te marchaste a la habitación de mis padres, no querías que estuviera contigo.

ESTÁS LEYENDO
Mi historia a tu lado, pedazo de cielo.
KurzgeschichtenTal vez no es la historia de amor típica, trágica o con final feliz, ni se desvisten para impresionar, ni hay palomas ni perros locos. Tal vez es diferente por el simple hecho de que si es una historia fuera de la ficción o fantasía, una historia v...