Todo comenzó un Martes 10 de Agosto de 2010.
No recuerdo la hora en que llegaste.
Solo las primeras palabras que dije cuando te vi en los brazos de mi papá, una pelusa blanca, solo se veían tus ojos negros y tu nariz húmeda.
" ¡Que bonito peluche!"
Pero luego te vi caminar por la sala, con timidez, sin saber en donde estabas, pasaste de estar en una jaula, sola, y con miedo a estar en una casa llena de luz, muebles y demás objetos que pronto utilizarías para jugar. Mi primera reacción fue alzarte y llenarte de besos, pensamos en un nombre para ti, pensé en "Corazoncitos" y te llame así durante la noche aunque mis papás estuvieran en oposición de ese nombre, no duraste mucho despierta, y te lleve a dormir a mi habitación, claro tu tenias tu cama y mi mamá me pidió que no te subiera a la mía, pero fue lo primero que hice, te subí a mi cama con tu cama color rosado con decoración de huellitas.
¿Quien diría que en un menos de dos horas me llenarías de alegría y compañía sin saber lo que me esperaría en el proceso de tu crecimiento y madurez?
Y bueno, los siguientes días, fuero de risas y mordidas, no tomaste mucho tiempo para tomar confianza, ya te comías mis peluches y dañaste algunos muebles.
Te trate de ensañar a usar los tapes para que hicieras tus necesidades, pero fue inútil, hacías donde te diera la gana y no hacías mucho caso que digamos, no le temías al periódico, contaba las horas en el colegio para llegar a casa y verte ahí, en la puerta recibiéndome con tus lamidas.
Las visitas de mi abuelo fueron tus favoritas, por su PUG, Aaron, a quien mordías siempre que lo veías.
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Mi historia a tu lado, pedazo de cielo.
Short StoryTal vez no es la historia de amor típica, trágica o con final feliz, ni se desvisten para impresionar, ni hay palomas ni perros locos. Tal vez es diferente por el simple hecho de que si es una historia fuera de la ficción o fantasía, una historia v...
