[ Rutina ] 01

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Jackson Wang, un jóven Chino de 24 años, que a su corta edad ya fue categorizado como un deportista profesional, ¿pero qué hacía falta? un equipo al cual pertenecer. Por lo tanto, a la edad de sus 22 años fue llamado a asistir a una de las universidades que él conocía como las mejores y su educación incluiría una beca, pues el talento en el deporte, a Jackson le es manifestado hasta por los poros.

Sin embargo, su vida no ha sido de mucha estabilidad económica, por lo que siendo el único hijo de sus padres, ha tardado y determinado responder por ellos en su mayoría de edad, fuera de la forma que sea, Jackson respondería económicamente por sus padres al igual que por él.

Su situación actual no es favorable, sus padres están mal de salud por lo que él se siente con más responsabilidad, pues él les debe la vida a esas dos personas, así que no refutaría y trabajaría hasta no poder más.

Cuando el Chino fue aceptado en aquella universidad además con beca incluída se le abrieron sus pequeños ojos hasta más no poder, y sin dudar, la universidad dio todo para obtener el traslado de el pequeño pueblo en que él vivía a la capital de un país totalmente diferente.

A Jackson no le interesaba el idioma por ahora, sus ojos estaban puestos era en sacar a su familia, incluyéndose a él y si eso quiere decir el ir a vivir a otro país, no dudaría.

Jackson ya lleva aproximadamente dos años en el país de Corea, cumpliendo excelentemente con su función de deportista en la universidad. Él reconoce que durante estos años no ha sido fácil la adaptación de un nuevo idioma, escuela, responsabilidades y costumbres, pero como siempre, él ha estado dispuesto a aprender y le sacaría el mayor provecho a la universidad, y cumplía.

Jackson en poco tiempo se volvió uno de los mejores deportistas en su universidad, su talento era innato y natural, logrando así ser uno de los más apreciados con los profesores.

Iba Jackson camino a su universidad pensando en cómo distribuiría su día, pero fue interrumpido por uno de sus mejores amigos, apodado, Bambam, que llegó en medio del camino.

—Hola, bro'—dijo el peliblanco.

—Hola, Bam'—rió.

—¿Qué harás hoy?

—La rutina de siempre, nada nuevo.

—¿No saldrás tampoco hoy?

—Sabes que sólo lo hago cuando no tengo que madrugar al otro día, Bam'.

—Bah, está bien.—suspiró—Te iba invitar a tomar un poco, pero siempre estás ocupado.

—Lo lamento.

—Ya, sigamos a clase mejor.

—Está bien.

Ambos ingresan rápidamente a la Universidad y se separan al entrar en medio del gran pasillo que esta poseía, a pesar de que ambos eran muy buenos amigos, tomaban clase distintas y sólo tenían una en común, Esgrima. Por lo que Bambam entró a clase de arte, mientras que Jackson a clase de Baile.

Las clases que Jackson tomaba se categorizaban como activas ya que él necesitaba mucho de su cuerpo para todas, y lo que más fachada daba es que cumplía excelentemente con ellas. Sin duda, un hombre digno de admirar.

El castaño entró a su clase de baile, todavía no había llegado el maestro, así que se hizo en una pequeña esquina y comenzó a estirar, pero fue interrumpido por otro de sus grandes amigos, Yugyeom.

—Hola Jack—dijo el menor.

—Hola Gyeom—rió—¿Qué pasa?

—¿Bam' te hizo la invitación?

—Ah, ¿Qué tú vas a ir?

—Lo que tenga que ver con él no me lo pierdo—dijo risueño.

—Yo no puedo ir.

—¿No puedes o no quieres?

—No puedo,—lamió sus labios—Amo las tomadas que Bam' hace, sabes que sí.

—Pues sí, cuando estás en ellas cambias completamente—dijo con tono de burla

—¿Ah sí?—rió

—Sí, te embriagas y te vuelves más idiota—ríe fuertemente

Las miradas de ambos personajes de tornaron hacia una dirección y esa indicaba que el maestro había ingresado al salón así que no lograron seguir con su conversación.

Y así la pasó Jackson, yendo de salón en salón para recibir sus clases, hasta que llegaba su última pero siempre diaria, clase de fútbol americano, que era reforzado con atletismo.

En aquella clase, Jackson sacaba todo de sí, incluyendo el trabajo en grupo que era alabado una y otra vez por el maestro, que a su vez, Jackson consideraba su ídolo, Im Jaebum.

Jackson admiraba a Jaebum desde pequeño, pero hubo un tiempo en que dejó de tenerlo como objetivo, pues se informaba cada vez más sobre él y poco a poco lo veía inferior, pero cuando tuvo la oportunidad de ingresar a aquella clase, no dudó, y se estremeció aún más de felicidad cuando se dio por enterado de que su profesor sería más que nada su ídolo de pequeño.

Entonces, el ser alabado una y otra vez por su maestro le recalcaba una sonrisa de mejilla a mejilla, logrando que sus ojos redondos se achinen y muestre un gesto de alegría y poder.

Después de un día cansado, después de haberlo dado todo de sí, terminaba con una pequeña llamada que le daba a sus padres, como reporte y atención de que tanto él como ellos estuvieran bien. Para que así, al final de cada llamada, el castaño fuera a lavarse su cuerpo, vestirse, prepararse e irse directamente a su trabajo nocturno.

Para Jackson, su vida se volvía cada vez más rutinaria, mismos horarios, mismas clases, que a veces deseaba volverse un insecto y salir volando de aquella vida que llevaba; pero después reflexionaba el que no era tan mala, pues en aquel trabajo, sus noches cambiaban completamente.

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Aquí está el capítulo que prometí, de pronto acá no se ve muy comprometedora pero la cuestión es que queden con dudas. Si tiene buenos votos, subiré el segundo capítulo y si no veo nada, pues.. me voy a llorar a un rincón ahre.
Nos leemos muuuuuuy pronto, cuídense y voten♥

El de la máscara [JAESON].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora