Jaebum se había organizado un poco y salido rápidamente hacia aquél lugar en que Mark lo esperaba. Se subió a su auto y aceleró tranquilamente, pues conociendo a Mark, sería un lugar en que esa diversión se volviera en alcohol y mujeres, Jaebum había vivido desde tan joven que ya no le estremecía de alegría como a otros.
Llegó a la calle del lugar, y no vió como esperaba, el lugar se veía algo nuevo o reciente, pues en su vida le había visto. Sin más, salió de su auto, se acomodó su traje y avanzó hacia la puerta de entrada.
—Señor, tiene que pagar.
—Ah, claro, claro, ¿cuánto?
—22.430 Wones.
—Está bien,—susurró, sacó su billetera y buscó— tome—dijo, entregando el dinero.
—Ahora póngase una máscara.
—¿Qué mier—suspiró—Bien, ¿la que quiera?
—Sí señor.
—Bien, esta—dijo y se la colocó.
—Bienvenido a 'The Masker King'
—Gracias—habló mientras avanzaba.
El pelinegro quedó asombrado por lo elegante que se veía el lugar tanto por fuera como por dentro. Lucía el total de cuatro colores, Negro, Rojo, Blanco y Verde, el contraste entre estos colores lo hacían ver mucho mejor. Las mesas del lugar se extendían hasta tener seis puestos o cuatro; estaba la zona de bebidas que se veía bastante amplia, y automáticamente, Jaebum se dirigió hacia allá. En el camino analizaba el tipo de personas que asistían, unas con vestidos elegantes, otros con trajes que parecían sacados aleatoriamente y lo que volvía especial al lugar, en la opinión de Jaebum, es que representaba al tipo de sala en que tu clase social no interesaba, todos se divertirían.
Se sentó en uno de las sillas frente a la barra, y siguió detallando el lugar.
—¿Alguna bebida, señor?
—Dame la mejor que tengas.
Absolutamente toda la gente que estaba aquí utilizaban máscaras. Más al fondo habían pequeños cuartos, los baños. El lugar se veía amplio y estable, pero lo que mas le llamaba la atención al pelinegro fue el gran escenario en frente de todo el lugar, es de esos que al entrar, tu mirada se enfoca automáticamente en ello. En el escenario se lograba ver aquellos palos en los que las mujeres le sacaban todo provecho, se observaban instrumentos y obviamente aquellas sillas que estaban o pertenecían a primera clase. El análisis de Jaebum fue interrumpido por su teléfono celular que empezó a sonar.
—Hey, Jaebum—habló Mark.
—¿Dónde carajos estás?
—¿Ya llegaste?
—Sí—suspiró—Todo está bastante bien
—Lo sé—rió.
—¿Dónde andas?
—Por el escenario—dijo el pelirojo.
—Vale, ya te llego.
—Estoy en las sillas de adelante.
—Me lo sospeché.
Jaebum toma su bebida y avanza hacia el centro del lugar, el escenario, buscando esa brillante cabellera roja de su amigo y hacerse junto a él.
—Hey bro'—habló el pelirojo.
—Es la primera vez que ando por acá, ¿desde cuándo está esto?
—Desde hace unos meses. Y dicen que ahora ha mejorado mucho.
—Pues se nota con tan sólo verlo—dijo el pelinegro.
—¿Verdad?—rió—Y ahora, darán una presentación, ya sabes, todo pasa cuando es más tarde.
—Ah, entiendo, entiendo.
—¿Voy por unas chicas?—dijo Mark.
—Cómo quieras, quiero.
Y Mark se paró de su lugar, yendo hacia una esquina en que una gran cantidad de chicas se reían. Por otro lado, Jaebum sólo esperaba, analizaba y bebía. Revisó su reloj y era alrededor de las 9:00 PM.
El mayor se acercó con dos mujeres guapas, que hasta para el asco que Jaebum le tenía a este sexo, sus ojos dieron un poco de brillo.
—Seguro son las máscaras—pensó y rió.
—¿De qué te ríes?—preguntó Mark.
—Nada en especial, tranquilo.
—Bien—volteó—Digan sus nombres, preciosas.
—Jennie—dijo una rubia.
—Lisa—dijo una pelinegra.
—Jaebum—dijo el pelinegro.
—Mark—dijo el pelirojo.
Ambos sexos empezaron a hablar entre sí, hasta que una de las chicas decidió con quien irse, Lisa acompañó a Mark por más tragos, mientras que Jennie y Jaebum esperaban sentados. El pelinegro no iba a mentir, esta vez, si se estaba divirtiendo.
—¿Y a qué te dedicas?—preguntó Jennie.
—Soy carpintero—dijo en tono burlesco.
—Un carpintero no vendría con tan buen traje—y ríe.
—Pues, tengo mis ahorros—suspiró—¿Y tú a qué te dedicas?
—Soy modelo.
—Ya veo, debes ser bastante linda.
—Eso es lo que dicen todos.
—Todos...
—¿Cuál es tu edad?—preguntó la rubia.
—27—susurró—¿La tuya?
—24—susurró también.
—Bastante marcado para ir a cumplir los treinta—habló en tono burlesco.
—Y tú muy joven para andar por aquí.
—¿Disculpa?
—Olvídalo, no dije nada.
—Bien...—se acercó al oído del pelinegro—Olvidemos lo que dijimos y vamos directamente a lo que vinimos... Pasarla bien—y pasó su lengua por la mejilla del mayor.
—¿Ah...Sí?—le agarra el mentón.
—Ah—gimió la rubia.
—A mí no me gustan bebés—pasó su mano por la pierna de la mujer—Tampoco que sean fáciles—acercó su mano a la parte íntima de ella.
—A-Ah—gimió entre cortado.
—Y yo vine a beber, no a tener sexo—y arrebató sus manos que estaban en el cuerpo de la chica.
—Eres un imbécil—admitió.
—Ya me acostumbré a que me lo dijeran.
—Un maldito carpintero ¿y te crees mucho?—refutó
—Ah, ahora la clase social—rié—Qué interesada
—Adiós.
—Hasta pronto, suerte siendo modelo—dijo con una sonrisa.
Ahora ni Jaebum mismo se entendía, le gustaban las mujeres, pero quizá no que sean fáciles de coger, sí, a él le gustan las que se hacen rogar, no las que sueltan el paquete completo. Que 'fetiche' más raro, pero así sería él y no cambiaría de opinión o gustos por un largo tiempo. Sin más, siguió sentado en aquella silla, su reloj daba las 11:30 PM. Y él sólo quería ver quién o qué iba a aparecer en el maldito escenario. Así que se quedó a esperar.
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El de la máscara [JAESON].
FanfictionA Jackson le gusta mantener su apariencia de un excelente alumno sin ningún tipo de problema. A Jaebum le gusta la apariencia de ídolo y profesor respetado. En esta historia ambos personajes chocarán su realidad durante la noche en que Jackson traba...