7 Years Of Love |EunHae|

Capítulo I

Era el primer día de clases en el último semestre de la Universidad, estaba muy emocionado, ya era cuestión de meses para poder dejar atrás mi etapa de estudiante y comenzar a trabajar formalmente. Las prácticas como becario no sonaban tan impresionantes como ser un auditor titulado. Entré a la primera clase de 8am, sentándome en primera fila.

El Sr Kang me hizo un ademán para que me acercara a su escritorio y me tendió un papelito con un nombre.

-Un chico viene de estancia por este semestre, es menor, pero toma clases avanzadas y necesito que lo orientes con lo que necesite. - Claro, el nerd haciéndose cargo del trabajo sucio.

-¡Por supuesto! Siempre estoy dispuesto a ayudar -Mencioné con un tono más sarcástico de lo que pretendía, a lo que solo recibí unas cejas alzadas y una mirada de advertencia. A pesar de ser el mejor estudiante del Instituto, no tenía la actitud de un nerd. Como todos me llamaban.

-Entonces encuéntralo en la oficina de la orientadora terminando clases.

Asentí sin ganas y volví a mi asiento, preparando todo para tomar apuntes y más apuntes sobre legislación industrial.

Por la tarde, fui hasta la oficina de la Srita Susan, toqué un par de veces antes de empujar la puerta. Estaba ella tras su escritorio, hizo un ademán para que entrase y tomara asiento a pesar de no estarme viendo en lo absoluto. Su mirada se repartía entre un expediente y el chico castaño en la silla contigua a la mía. Después de mantenerme en silencio incómodo, ella nos presentó.

-Lee Donghae, un gusto. -Su cara era amable, brillaba mucho. Seguro era la crema.

-Hyukjae. -Estreché su mano con la mía un par de segundos antes de volver la mirada a Susan, quién nos explicó con demasiadas palabras que tendría que llevarlo a la unidad habitacional donde estaría rentando, enseñarle los alrededores y orientarlo con cualquier problema relacionado a la escuela.

Una vez terminó su parloteo, salimos del edificio en dirección a su departamento. Estaba en la misma unidad que el mío, un par de bloques atrás.

Comenzó a contarme una historia interminable de cómo había sido un chico destacado en su otra escuela y que venía aquí principalmente a hacer proyectos de investigación.

Genial, nada que ver con mi área.

-Entonces, -Interrumpí su charla, algo mareado por tanta palabrería sin fin. ¿Es que siempre he sido así de callado? - ¿Estás aquí solo para trabajar? ¿Eres una especie de cerebrito? -Soltó una risa y me golpeó el hombro.

-¡Ya! Me han dicho que eres muy inteligente también, ¡nerd!

-Tú no tienes derecho a llamarme así, solo mis amigos cercanos lo hacen. -Me crucé de brazos sobre el pecho mientras tomábamos el ascensor hasta su piso.

-¿Y seguro que tienes amigos? Los imaginarios no cuentan.

Estallé en risas, devolviéndole el golpe en el hombro. Fingiendo estar ofendido.

-Tengo tantos amigos, que haré una fiesta el viernes. A la cual no estás invitado, por cierto.

-Ya me imagino lo salvajes que se han de poner las fiestas de té por aquí, señorita Nesbitt.

Las puertas del ascensor de abrieron y antes de que pudiera volver a golpearlo, salió corriendo para que lo persiguiera.

Sin aire en los pulmones y ligeramente sudados, terminamos frente a la puerta de su apartamento. Me quedé parado en el umbral, mientras él aventaba la mochila por aquí y la chaqueta por allá. Giró el rostro solo lo suficiente para indicarme que pasara, me lo pensé mucho.