¿Nunca has sentido que te ahogas en un mar de vos mismo?
Donde todo es oscuro y a pesar de estar en el agua seco
Ese lugar donde te inundaste al sentir que no SOS
No SOS nada, no SOS nadie, no SOS su amigo siquiera
No comparado con ellos
Nos falta una mano que venga del cielo a salvarnos.
Pero cuidado, es solo un señuelo, es la mano roja
Viene de alguien que no es tu amigo, ni siquiera amigable
Un actor en tu soledad
Una mentira
No es real, es solo un inicio de líder en búsqueda de seguidores
O un aburrido hundido en la desesperación por una voz
Ni te ilusiones, pues te abandonara por algo mejor que él si quiera
Y así vuelves al mar que con cada mano viene un vaso, un balde e incluso una tormenta que solo vierten su contenido vulgar y podrido en el mar ensanchándolo a más no poder
Convirtiéndolo en tu océano
Tu solitario océano
Un infierno liquido y húmedo yace a las profundidades de este.
Solo conocemos dos posibilidades estando en ese infierno:
Hacerte uno con el agua y el fuego siendo transparente a estos
O volverte una mano roja y así portar el balde que suponías no llevarías jamás
Te advierto que el rojo no es tu color
En esta sociedad de gente de baldes que vos mismo llenas día a día con tus más amplias ilusiones
Solo esas manos rojas que destruyen parecen crear un paraíso de nylón.
Dalmiro W. Williams
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Los baldes que llenamos de ilusiones
Thơ caquienes somos y quienes queremos ser con el precio a pagar