Ghosts closet 👻 AU!Creek

OO1. Azul

Craig Tucker había ingresado a su segundo año de contabilidad en la Universidad Estatal de Colorado hacía menos de dos meses. El primer año le había ido bastante bien, de hecho, no tuvo dificultad de pasar facilmente todas sus clases; atribuía eso a su habilidad de organizarse y, sobre todo, al hecho de no tener un compañero de habitación que lo molestara. Y esperaba eso mismo de este año también, pero para su pesar, hubo un inoportuno, pequeño y tembloroso inconveniente.

Una semana atrás, el director le había mencionado que tendría que despejar la mitad de su dormitorio porque un estudiante de primero sería trasferido con él. Así, sin aviso previo ni consulta. Y Craig odiaba las cosas inoportunas.

No era de más sabido, además, que él no era el mejor para hacer amigos. Había mantenido el mismo grupito de amigos desde el primer grado, y ahora todos cursaban la universidad.

No es que no tenía idea de cómo socializar, sino que no habían personas que le llamaran la suficiente atención como para querer acercarse primero o mantener una conversación. En cambio, él sí llamaba la atención de los demás; era alto y bien parecido, de ojos claros, mandíbula marcada y rasgos fuertes. Se podría decir que al verlo, la cabeza de las personas hacía un pequeño clic, deseando ser cercanos a él. Quién sabe la razón. Sin embargo, los pocos afortunados que lo eran se podían contar con los dedos de dos manos, con siete para ser exactos.

Cuando empieza a despejar el lado de su nuevo compañero es cuando se comienza a replantear qué tan jodido tenía que ser todo para pedir una transferencia a dos meses de comenzar el año lectivo. Esperaba que fuera alguien tranquilo para poder estudiar en paz y, al menos, un poco pulcro, después de todo él era un chico demasiado organizado, y por lo tanto le gustaba mantener sus cosas ordenadas en el cuarto. Le ayudaba a concentrarse.

Toma sus pocas pertenencias que quedaban en el otro lado del cuarto, las coloca en cajas clasificadas con diferentes nombres y las guarda debajo de su cama para ocupar el menor espacio posible. Suspira al terminar y comienza a mensajearse con Clyde Donovan (mejor amigo de toda la vida, excelente horneador de pasteles de cumpleaños), quien le pregunta si quiere ir a comer a la cafetería del campus con Wendy Testaburger (consejo estudiantil, testaruda, inteligente) y con él. Craig no era muy fan de esos lugares pero acepta, después de todo no tiene nada mejor que hacer.

Se pone un abrigo ligero del perchero de su armario arriba de su remera de Red Racer (desgastada, porque ya tenía sus años, pero que combinaba bien con sus jeans negros) y sale de la habitación.

Mientras pasa por los pasillos de los dormitorios, puede visualizar a Stan Marsh (equipo de béisbol, egocéntrico y totalmente quien odia) y a Bebe Stevens (gimnasta, chica barbie, ex) discutiendo fuera de la habitación de Marsh. Se le hace bastante incómodo pasar a un lado de ellos, porque convenientemente no hay otras personas en el pasillo, pero opta por ignorarlos. Marsh le había robado a la novia casi un año atrás, pero lo gracioso es que lo bonito y color rosa de su relación solamente duró unos dos o tres meses. Después se volvieron una pareja desorbitada y tóxica. No le molestaba por el lado de Marsh, pero Bebe era una gran chica y merecía algo mejor. Craig no era para nada eso, había superado a Bebe rápido, demasiado rápido quizá. A lo mejor nunca estuvo enamorado de ella en realidad, pero le tenía un gran cariño y quería lo mejor para ella. De igual manera no iba a meterce donde no le llamaban.

Siente los ojos de Marsh encima suyo cuando pasa por al lado de ellos. Le resta importancia.

Baja las escaleras, pasa un par de edificios y finalmente está en la cafetería, donde ya están Clyde y Wendy dentro. Donovan era uno de sus amigos de la infancia, pero a Wendy la había conocido el año pasado, cuando Clyde los presentó porque compartían una clase juntos. Fue casi increíble para Craig, siendo pésimo en las relaciones sociales, llegar a tal grado de confianza con alguien que conocía hace tan poco, pero Wendy tenía algo especial; era como si sus personalidades se complementaran.