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en otra tarde, esta vez muy congelada, a la salida del colegio, el castañito se dirigía a hacer la visita de todos los días a la tienda de su amigo no amigo, esa que changbin olvidó por completo a causa de los besos de la chica rubia que tenía en ...

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en otra tarde, esta vez muy congelada, a la salida del colegio, el castañito se dirigía a hacer la visita de todos los días a la tienda de su amigo no amigo, esa que changbin olvidó por completo a causa de los besos de la chica rubia que tenía en frente.

otra vez ella.

ella, que lo ayudó a confirmar que su teoría: no le importaba a nadie.

en la puerta, felix presenciaba la escena con la mirada perdida, casi borrosa, y no por las lágrimas. aparentaba como si no sintiera nada, pero a la vez tantas sensaciones recorrían su cuerpo que ni él entendía.

sentía como si sus entrañas se contrajeran y sangraran al mismo tiempo. lo odiaba, odiaba todo ese dolor que por el que su interior pasaba en ese momento.

odiaba a las dos personas que tenía en frente.

dudaba entre quedarse allí, esperar en la puerta, tragarse la humillación y hacer como que nada pasó u otra alternativa era salir corriendo, pedirle a su padre que por favor lo cambiara de escuela y nunca más volver. y aunque la segunda opción le parecía lo mejor, optó por quedarse con la primera y esperar sentado en ese pequeño escalón empolvorado con tierra a que aquellos dos terminaran y changbin se dignara a darle la atención que juraba dar por él.

Marchitos || ChangLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora