Capítulo 6 "Verdad del pasado"

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Miré la puerta por donde se marchó Victoria y quise golpearme. Apreté los puños y caminé hacia el minibar para servirme un trago de coñac. Me lo tomé de golpe. "Perdí el control de todo" pensé frustrado. Mi idea no era atacarla y mucho menos sexualmente. No soy tan poco hombre para hacer eso, pero perdí el control al verla. Y todo por culpa de imaginármela con el imbécil de su amante.

Contrate a unos detectives para investigar su pasado y me quedé de piedra cuando leí que ellos vivían juntos desde que ella se marchó de aquí,  hace diez años. El tal Brian Colton y ella han estado juntos todos estos años. Él le pago la universidad y le consiguió trabajo en la empresa donde actualmente es socia. Y como hombre, sé que nada de eso es gratis. Debe haber algo de por medio. Y conociéndola, es sexo. Ningún hombre hace todo eso por una desconocida si no recibe algo a cambio. Ellos son amantes.

Tiré con fuerza el vaso. Escuché el vidrio romperse como mi mente. Cuando por fin había logrado desaparecer de mi mente todo con respecto a ella, vuelve como alguien del mas allá, a quebrar todo el orden que creé tras su marcha.

Nunca quise saber más de ella. Ni siquiera supe a donde había ido. Hasta ahora.

Sin embargo, las cosas no cambian. Victoria sigue siendo una mujer caza fortuna y una zorra que le gusta cazar a hombres para su propio beneficio. Para mi mayor dolor mi padre fue uno de los que cayó en sus redes. Y me dolió en el alma que él, mi propia sangre me haya traicionado con mi prometida. Aunque jamás pude reclamarselo en vida. Al día siguiente de lo sucedido con Victoria, cuando Ada los encontró juntos, a mi padre le dio un infarto. Solo pude llegar a su funeral y al desastre que me dejó. Todo el mundo hablaba del romance de Victoria y mi padre. Sentí tanto asco. Aun siento asco por eso. Y tan solo recordarlo hace que me hierva la sangre. Golpeé mi escritorio. "Es mejor que se vuelva a ir" pensé con rabia.

Salí furioso del estudio y salí de la casa para ir a los establos. Preparé a Ray, el semental que me compre hace unos meses y me fui a galope por la pradera. Necesitaba despejar mi mente. Estuve cabalgando por una hora. Cuando divisé la casa de los Van Huben, pensé en ir a verlos. No sabía que decirles. Apreté los labios y guié a Ray para la entrada de la casa. Me bajé y amarre a Ray a un tronco. Caminé por el sendero de piedras. Desde podía escuchar voces agitadas dentro de la casa. Me pareció extraño. Por unos momentos  pensé que Victoria estaba ahí,  pero era imposible. Alex no la quería cerca. Caminé hasta la puerta y toque el timbre. Escuches pasos y la puerta se abrió de golpe.

- ¡Sr. Coleman!---exclamó Alexander Van Huben tenso. Su rostro estaba rojo. Lo miré alarmado.

- ¿Ocurre algo Alex? Estas rojo---el hombre arrugó el rostro

- Si ocurre algo sr. Coleman, menos mal que vino. Ya iba a ir a buscarlo, pase por favor---exclamó tenso. Lo miré extrañado. Entré a la casa y caminé hasta la sala. Ahí me detuve de golpe cuando vi sentada en el sofa a Ada Malister, nuestra antigua ama de llaves. Ella lloraba y tenia los puños apretados en sus piernas. Al frente se encontraba Angelina Van Huben mirándola con dolor. Ella giro su vista cuando entré al lugar. Pude ver acusación en sus ojos. Ada al verme, se levantó nerviosa.

- ¡Sr. Coleman!---su voz era un hilo

- ¿Ada? ¿dónde has estado todo este tiempo?---pregunté con sorpresa--- estuve mucho tiempo buscándote, pero desapareciste de la faz de la tierra. Pensé que habías muerto o que te habías ido del país.

- Y así fue sr. Coleman---exclamo Ada---sin embargo, hace unos días regresé al país por la muerte de uno de mis hijos que vivía en Florida. Antes de regresar a Croacia de donde soy realmente, decidí traerle flores a mi esposo que se encuentra en el cementerio del pueblo. Al principio pensé que era mala idea volver, considerando que al marcharme de aquí fui amenazada por su padre, esa fue la razón por la que me fui, pero pensé que después de 10 años él no se acordaría de mí. Mi sorpresa fue cuando llegué a Lush Valley y me enteré que su padre había muerto hace 10 años y que la señorita Victoria también se fue de este pueblo después de la muerte de su padre---ella nego con la cabeza---Mi mayor error fue haber creído las amenazas de su padre. Por cobarde decidí irme y no decir la verdad---la miré extrañado. Algo me decía que lo que me iba a decir iba a cambiar todo.

Lazos IrrompiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora