Un verano diferente

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Verano diferente

Mi nombre es luke Bennet, pero mis amigos me dicen Luke, eso según mis cuentas... Si, una persona, George, mi extraordinario, mejor y único amigo George Lee, lo conozco desde que tengo uso de razón siempre estemos juntos, el las buenas y el las malas, principalmente en las malas, porque para ser sincero, casi nunca hay buenas, sólo malas, muy malas y terriblemente malas.

En fin, las clases terminan y el verano comienza, si no me notan emocionado es porque no lo estoy, el verano dejo de ser divertido desde que la escuela tuvo la brillante idea de obligar a todos los alumnos a tomar cursos de verano.

Tal vez no sea tan malo para aquellos chicos que disfrutan el taller que les toco, como el taller de música o el de cocina, pero lamentablemente no todos tiene la oportunidad de escoger, según la escuela es fundamental que el alumno este feliz con su taller, pero el problema no es la escuela, el problema es el profesor Nicolss o como nosotros lo llamamos; mr gruñón, un señor de mediana edad, canoso y muy estricto, no lo hagas enojar, el es capaz de cualquier cosa, y cuando digo cualquier cosa me refiero a cualquier cosa, el año pasado un niño de primero se le acerco y le pidió amablemente que lo cambiara de taller y lo expulso de la escuela, lo se, suena aterrador
Moraleja: jamás pidas que te cambien de taller

Pero bueno, en la vida siempre te toparás con mrs Nicolss, hay que estar preparados, a la que en verdad no soporto es a la señorita Reindell, ellas si que es un demonio por dentro, y para mi gran fortuna, es la encargada de asignar el cube al que perteneceremos durante todo el verano, otro punto menos para mi, por que por alguna extraña razón desde que entré a esta escuela trae algo contra mi, por eso es que George y yo nos encontramos en "El increíble cube mariposa" el taller de las sobras, donde vienen a para todas aquellas almas que no encontraron un propósito en esta escuela o simplemente los alumnos rechazados.

El año pasado el salón solo tenía quince estudiantes, de los cuales tres se cambiaron de escuela y cuatro faltaron a todas las clases ¿eso era posible?, ¡por que no lo intente!, en fin, éramos sólo ocho alumnos, entre ellos estaba el típico nerd, la chica dark, el bravucón, miss chillona, nuud el tímido, el chico invisible y por supuesto Geroge alias el "friki" y por último yo el magnífico líder de la pandilla, alguien a quien admirar, la perfección total... Bueno ya, dejare de soñar, yo soy luke el tonto al que todo le sale mal, pero miren el lado bueno, al menos tengo actitud, y espero algún día tener el coraje para convertirme en algo más, en algo sorprendente, en el YNSUPerable Lu...

- luke, luke, estas ahí?

Despierto de mis pensamientos y me doy cuenta que me encuentro en la parada de autobús con George a mi lado

-¿otra vez metido en tus pensamientos?

-¡ni que tu estuvieras mejor así que no te quejes!

-bueno, pero al menos yo no hablo sólo- dijo con tono burlón

-bien, pero yo..., yo...-no se me ocurre nada

-¿que?, ¿Te comió la lengua el gato?- ahora si ya se pasó, estoy apunto de tirarmele encima cuando el autobús se detiene frente a nosotros, las puertas se abran indicándonos la entrada

-¿Qué esperan? ¿No van a subir?- de inmediato reaccionamos y entramos al camión, recién tenemos un pie arriba el autobús arranca sin esperar a que la puerta se cierre, este camionero si que tiene prisa.

Camino por los asientos seguido por George, no hay dos lugares juntos, así que le indicó que se siente al frente y yo me pongo hasta atrás, el resto del camino me la paso en silencio, mirando por la ventana, estaba tan desconcentrado que no me di cuanta que el autobús se detuvo, era una parada que nunca aviamos echo, en una colonia totalmente nueva, las puertas se abrieron y por ellas entro una chica.

¿dije chica? Quise decir un ángel, era hermosa, una larga melena castaña caía por su espalda, unos enormes ojos miel imposibles de no notar, era bellísimas, y... o no, se dirige hacia acá, ¡¿que voy a hacer!?, tenía una brillante sonrisa y sus labios ligeramente pintados, misteriosamente el chico que tenía alado había desaparecido.
¿Acaso estoy alucinando?, en cuestión de segundos y sin darme cuanta la chica ya se encontraba sentada junto a mi, intentaba no mirarla pero era imposible, por suerte ella no se dio cuenta.

Este será un verano diferente... y valla que será una buena diferencia.

Ya no sere un perdedorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora