Encontrando el Verdadero Amor ||Maxtul||

Pop y Korn

"Knock Tengo un recado que necesito para correr".

Korn estaba con Knock afuera del patio de comidas cerca de la calle concurrida. Phu y su hermana se habían ido hace unos momentos. Conduciendo lejos en una vista que Korn nunca pensó que vería en su vida.

Su hermana se metió detrás de Phu en su bicicleta, con el casco puesto y los brazos alrededor de la cintura "¿A dónde vamos?" Preguntó Knock. Korn miró profundamente a los inocentes ojos marrones de Knock. Esto era algo que aún no estaba listo para compartir.

Este es un recado que necesito hacer por mi cuenta. ¿Nos veremos más tarde hoy? "Korn no podía perder el parpadeo de sorpresa que se deslizó a través de la simple sonrisa de Knock." Oh, está bien. No, esta bien. Necesitaba irme a casa de todos modos.

Esto realmente funciona bien. Hablaré contigo más tarde. "Antes de que Knock pudiera darse la vuelta, Korn agarró su mano.

Knock liberó su mano. "Dije que está bien. Hablaré contigo más tarde". Knock escapó antes de que pudiera decir otra palabra. Korn sintió una punzada de culpa por no haber llevado a Knock con él. Pero por mucho que se preocupara por Knock, tampoco creía que fuera justo para Pop. No hasta que supiera lo que ella necesitaba de él más allá de su llamada telefónica secreta. Korn esperó hasta que Knock se perdió de vista antes de llamar a un taxi. Dándole al conductor la dirección del motel donde se instaló para el viaje. Su mente volvió a la llamada que había recibido en el desayuno.

"Necesito que seas mi novio una vez más". Nunca había esperado volver a saber de Pop. Había esperado nunca volver a saber de ella. Porque si lo hizo, significaba que algo malo había sucedido Como habían pasado algunos años desde que la había escuchado, pensó que tal vez las cosas habían resultado mejor. Pero ahora, con su llamada inesperada, no podía ser para nada bueno.

El primer día que se conocieron tuvo que haber sido uno de los días más difíciles de su vida hasta ese momento. Él había estado caminando a casa desde la escuela cuando se encontró con Pop y a esta chica que mas tarde supo que era su novio. Estaban abarrotados en el callejón, difíciles de ver y, sin embargo, imposibles de perder. Vio los brazos de Pop sobre su cabeza, su cuerpo bajo y su espalda encorvada. Su uniforme escolar es un completo desastre. Con la camisa desabrochada y faltando un botón, su falda se retorció y rasgó. Vio a al novio de pie, erguido y erguido, con el pecho hinchado y los brazos en ángulos agudos, terminando en puños apretados. Su propio uniforme en perfectas condiciones, menos un rincón sin rematar de su camisa. Lo que sucedió a continuación sucedió tan rápidamente que Korn no tuvo tiempo de reaccionar, y mucho menos tiempo de comprender lo que estaba viendo. Los puños del novio cayeron sobre sus brazos de la chica uno a uno, golpeandola como si estuviera moldeando una masa rígida. Cuando
los golpes generaron el resultado que él deseaba y comenzó a mover las piernas debajo de ella, enviándola a un montón sobre el pavimento. Su falda volando hacia arriba y girando alrededor de su cintura. Korn se quedó congelado mientras observaba a esta chica siendo maltratada. A su alrededor, los demás ignoraron lo que estaba sucediendo a pasos de distancia. Ya sea por ignorancia o indiferencia.

Él también podría elegir ser una de las masas. Él también podía avanzar y no involucrarse en la vida de otra persona. Él también pudo alejarse de una chica que fue golpeada, "¡Eh!" Gritó Korn. Todos los ojos se volvieron hacia él. Desde los indiferentes peatones, a los tenderos cercanos, al novio en el callejón con el pie levantado, a la joven asustada que yace a sus pies. Korn era ahora el centro de atención de todos los próximos 3 segundos. Tenía que hacerlo bien. Korn lo señaló Todas las vias siguieron su dirección. "Si, pervertido".

El novio no podía ser ignorado ahora. La multitud ya no podía pretender no ver la difícil situación de la pobre chica. El novio ya no era invisible entre la multitud de espectadores indiferentes. Bajó el pie y echó a correr por el extremo opuesto del callejón. Lejos del poder de la multitud, se estaba alejando, pero era suficiente por ahora. A medida que la emoción disminuía y la multitud reanudaba a su zombie como arrastrarse de vuelta a sus vidas, Korn entró al callejón. La joven se encogió bajo sus pies. Sus manos temblaron mientras ajustaba su falda para cubrir sus piernas desnudas blancas. Su cabello largo hasta los hombros cubría su rostro ocultando las lágrimas que caían una a una sobre su camisa blanca. Korn se arrodilló a su lado. Hurgó en sus bolsillos buscando un pañuelo para prestársela. Cuando él extendió la mano, ella se echó hacia atrás. Korn se detuvo y esperó a que ella lo tomara.