Narra Alba
¡Por fin estoy aquí! Odio los putos aviones. Encima tenía detrás a un crío que no paraba de darme el coñazo. Si hubiese podido, le hubiese torteado la cara.
Estoy pareciendo muy violenta y yo no soy así, por dioh.
En fin.
Hola, soy Alba, tengo 21 años y soy de Cádiz, Andalucía.
Esto parece un inicio de anime...
En fin, acabo de llegar a Madrid para estudiar traducción, y estoy muy emocionada.
Es la primera vez que vivo sola, y tan lejos de casa, pero deseaba tanto empezar a estudiar mi profesión que no quise esperar. Simplemente compré el billete de avión y salí disparada hacia el futuro.
Me hospedaría en un piso en el centro, cerca de la universidad, y lo compartiría con unos chavales que habían parecido muy majos por chat.
Ahora, que yo soy un caramelito, y tendría que compartir piso con ocho chicos...
Dale caló.
Alguno caería.
Alguno.
Je.
AY, LA FE, QUE NUNCA FALTE.
Sonreí cuando llegué a la puerta del piso.
Cogí aire y subí al piso que me dijeron, cargando con todas mis maletas.
Casi muero por camino, pero cuando llegué arriba vi la puerta abierta.
Extrañada, entré, y escuché unos ruidos.
-Ah, mierda. -murmuré, cerrando un poco los ojos.
Saqué un spray anti violadores de la mochila que llevaba a la espalda y... bueno, en realidad sólo era un spray anti mosquitos, pero quería hacerme la importante.
Comencé a andar lentamente por la casa, y vi que era enorme.
Hasta que oí de nuevo los ruidos y pegué un salto, girándome hacia el origen de ellos. Me acerqué a una de las habitaciones y vi la puerta entreabierta. Tragué saliva y la abrí lentamente, viendo la figura de un tío de espaldas.
Se giró y grité, cerrando los ojos con fuerza y apretando la parte superior del spray, intentando expulsar el gas.
Pero se me cayó al suelo.
-¡Me cago en mi puta vida! -gritó él, cayéndose hacia atrás.
-¡N-no me hagas daño! -dije, tapándome la cara.
-¿Pero qué dices, loca?
Lo miré y creí que se me fueron las bragas al cielo. Sonreí y aguanté las lágrimas, mirándole.
Era él.
Era. él.
Que alguien me dé un cubo, necesito detener estos flujos que mi cuerpo está expulsando.
-¿Eres Alba? -dijo, levantándose mientras colocaba bien la cabeza de Minecraft que yo, en mi 'afán' por defenderme, había tirado al suelo.
-S-s-s-sí. -balbuceé, recibiendo una mirada extraña por su parte.
-Eh... vale. Te... te acompañaré a tu habitación. -dijo, saliendo de la habitación.
Saqué mi móvil del bolsillo. Se me cayó al suelo. Me agaché a cogerlo. Abrí tumblr.
'ME VOY A MORIR. MÁS TARDE OS CUENTO, POR AHORA, MORID DE HYPE :V'.